Elena apretaba los puños conteniendo todo el deseo que sentía en esos momentos de írsele en cima a esa morena ojos azules que estaba parada frente a ella, sin embargo el tipo de educación que había recibido desde que era una niña le impedía comportarse de ciertas maneras, tal y como lo haría una ordinaria y corriente campesina.
Por lo cual, tal comportamiento no era digno ni tampoco estaba a la altura de su estatus, no no no, no era apropiado para la duquesa Elena, que era el título nobiliario que había heredado en el mismo momento en que había salido del vientre de su madre, la Zarina de Rusia, así que respiró profundamente y decidió quitar su vista de la cara burlona de la forastera metiche esa y simplemente respondió con la mayor tranquilidad posible.
E: no sé de que estás hablando y te aconsejo que no te refieras a mí con tanta confianza, ya que yo no soy tu amiga y jamás lo seré, así que te ordeno que te mantengas a más de dos metros de distancia de mi persona (dicho esto dio media vuelta, dejando con la palabra en la boca a Yulia, quien no había procesado tan rápido como ella hubiese querido toda la oración antes mencionada por la princesa).
Así que simplemente se cruzó de brazos y se quedó observándola mientras ésta caminaba en la misma dirección por dónde se había ido su familia minutos antes, a los pocos metros vio como el bruto gorilón del guardia real se pegaba a la espalda de la princesa.
Y: me pregunto, dónde putas estabas anoche mientras la princesa se escapaba,... ( la morena negaba con la cabeza mientras observaba al musculoso hombre y es que se sentía llena de furia al creer que él imbécil este que supuestamente era el encargado de la seguridad de Elena, no se había percatado aún de la aventurilla de su protegida, travesura que tarde o temprano podría poner en peligro la vida de su preciosa princesa, más aún estando a pocas semanas del golpe anti monárquico que según la historia se le había dado al Zar Sergei)... bueno, si el papanatas ese no puede cuidarte, yo lo haré cariño, no dejaré que nada te suceda, lo juro por mi vida princesa, no permitiré que nadie te lastime nunca... (dijo con mucha convicción).
Luego no pudo hacer más que tomar una dirección contraria a la que había tomado toda la familia imperial y se fue hasta su cuarto, cuando iba caminando se encontró a Marina con una vieja muy pero muy estirada y con cara de estreñida, por lo cual no fue difícil adivinar que era la famosa Helga.
Y: hola Marina... (dijó viendo a la chica, luego centró su atención en la vieja engreída esa que a millas se veía que se creía la dueña y señora de todo el palacio)... usted debe de ser Helga ¿No es así?
H: así es (dijo seriamente)
Y: quería pedirle un favor, de donde vengo no estoy acostumbrada a este tipo de vestimenta... (en ese momento se tomó el vuelo del vestido haciendo referencia a éste)... en Mogolia las mujeres usamos pantalones también ya que son más cómodos para nosotras, así que si no es mucha molestia ¿cree que puede conseguirme algunos para usar en el tiempo que me queda en el palacio?
La mujer ojos almendrados levantó una de las cejas y contestó entre dientes "podría mandar a que le busquen algunos pantalones para montar, es lo único que puedo ofrecerle, junto con algunas chaquetas"
Y: eso sería genial, muchas gracias (la morena se despidió de Marina y siguió con su camino, mientras Helga la observaba desaparecer de su vista).
Al llegar a la que hoy por hoy era su habitación lo primero que hizo fue cambiarse de ropa, vio su abrigo rasgado debido a los matorrales que tuvo que atravesar para poder seguir a la princesa la noche anterior, así que solo suspiró y se recostó, pensando en cómo haría para poder seguirle el paso esa misma noche, ya que estaba segura que esa salidita no había sido meramente casual, no no no, la pelirroja parecía muy familiarizada con esa rutina y ella estaría allí esperándola, sonrió pícaramente y en susurros dijo "eres una traviesa mi princesa hermosa", luego abrazó de nuevo el almohadón de su cama inmaginándosela entre sus brazos.
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UNA HISTORIA DE AMOR SIN TIEMPO
Science-FictionEsta es una historia de ficción, pero sobre todo de amor, he tomado algunas ideas de la historia real de la última familia monárquica de Rusia, donde creo que todos conocen la historia de la princesa Anastasia de la cual su cuerpo se encontró hasta...