1 Ojos Azules

411 25 2
                                    

*Año 1990*

Narra TN

Me encontraba caminando en dirección a la vieja cabaña perteneciente a mi padre, él había fallecido hace cuatro años, me había heredado aquella vivienda, pero jamás quise venir a este lugar, tenía un aura de muerte y sufrimiento, además de manchas de sangre que nunca fueron lavadas del cobertizo a un lado de la morada y del arsenal de armas que yacían en ese mismo lugar.

Llegar hasta ahí era un verdadero reto, el lugar estaba no muy lejos de San Francisco, un poco al norte, en medio del bosque, bastante oculta de los senderos por los que era posible caminar. En pocas palabras era un camino difícil, lejos de los suburbios, por eso había decidido visitar este lugar por primera vez, necesitaba de la soledad y silencio que otorga el bosque, llevaba conmigo lo necesario para pasar aquí un fin de semana.

Conforme caminaba notaba que el basto follaje y árboles se reducían a mi alrededor, era señal de que acercaba, seguí caminando y alcance a divisar aquella cabaña, pero entonces algo salió de entre las sombras: un animal algo grande, caminaba lento, cojeando un poco; cayó por un instante, para después levantarse y seguir lo mejor que podía, entonces carca de la entrada cayo una vez más, para no levantarse después...

Espere algunos segundos prudentes y al ver que no se movía me acerque con rapidez. Corrí hasta el, entonces vi claramente lo que era: un lobo herido, intente acercarme un poco más para ver mejor sus heridas, pero levanto la cabeza bruscamente mientras me miraba con un par de ojos azules, un azul muy profundo, gruñendo lo mejor que podía, yo di dos pasos hacia atrás, la criatura intento levantarse, pero en ese último esfuerzo cayo nuevamente, esta vez desmayado, volví hasta el, esta vez con seguridad y pude examinar sus heridas, las reconocí al instante: armas de cazadores, como las que tenía mi padre...

Una serie de recuerdos horribles me inundaron la cabeza, pero me olvide de eso casi al instante. Deje las cajas que traía conmigo a un lado, tome a la gran criatura en mis brazos, lo mejor que podía, y juntos entramos a la cabaña. Había polvo en todo el lugar y los muebles estaban cubiertos con lúgubres telas blancas, deje al lobo encima de una alfombra y fui a encender la chimenea para darle algo de calor, por suerte encontré algo de gasolina y madera; mientras comenzaba a esparcirse el calor busque si quedaba algo del botiquín de primeros auxilios, con lo poco que había comencé a curar con precaución al animal.

Supuse que acababa de huir de algún cazador desalmado como el antiguo habitante de esta cabaña, para la suerte de este lobo, las heridas no eran de muerte, debió de haberse desvanecido por el cansancio que le ocasiono su escape. Termine de curarlo y lo deje encerrado en una de los cuartos, pues no dejaba de ser un animal salvaje que atacaría lo primero que viera al despertar; le deje un filete que traía conmigo para comer al día siguiente y algo de agua, también deje la ventana abierta por si decidía irse por su cuenta. Mientras yo me dedique a limpiar un poco y ver con que contaba esta cabaña, el tiempo paso volando y unas horas después el cansancio me hizo dormir un par de horas, pues un ruido fuerte me despertó después.

Subí corriendo al cuarto donde había dejado al lobo, escuche detrás de la puerta y escuche una voz masculina que maldecía seguidamente; primero pensé, seguramente un cazador siguió el resto de sangre hasta aquí, se metió por la ventana y no debió encontrar al lobo, no son criaturas que les guste el encierro, de ahí el porqué de sus palabras altisonantes.

Saque mi navaja de bolsillo y abrí la puerta de golpe

-ahhhh! Maldición, quien eres!- dijo gritando un joven rubio de cabellera larga y sucia, con bigote y barba algo crecida, aproximadamente de mi misma edad, que estaba cubierto de la cintura para abajo con la sábana blanca que había dejado al lobo anoche

-lo mismo te pregunto, asesino de lobos!- dije furiosa

-qué?! De que hablas, yo jamás...- dijo y se detuvo como si no quisiera decir algo

-di lo que quieras, pero al lobo que buscas no lo encontraras, de seguro está muy lejos ahora- digo segura

-de verdad lo crees?- dice con cierto tono de sarcasmo

Entonces noto que tiene las mismas heridas en exactamente los mismos lugares del cuerpo que el lobo, miro sus ojos y veo esos mismos ojos azul profundo que me veían amenazantes anoche

-espera... tu.... Eres, eres un hombre lobo?- pregunto con algo de miedo e incredulidad, pues jamás creí que aquellas leyendas fueran ciertas


----------------------------------------------------------------------------------------

Hola uwu

Espero les guste esta historia, es la primera aqui, hecha con todo mi amor <3

Una corta advertencia: Planeo que sea una historia larga (mas de 50 capitulos de seguro)

Recuerden votar y comentar si les gusta

-Loba de Medianoche

Hunting Under The Metallic Moon (James HetfieldxTu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora