"Cuando se teme a alguien es porque a ese alguien le hemos concedido poder sobre nosotros."
—Hermann Hesse
En los momentos difíciles el ser humano siempre pierde la calma, pero hay momentos donde otros se mantienen más serenos, la capacidad para avanzar y pensar fríamente es un don que no todos cumplen.
En la inmensidad del bosque donde los sonidos se pierden y la luz se disipa podemos encontrar al grupo del inspector con miradas desoladas al mal que se avecina. Todos se quedan abrumados al ver como el extraño ser que aparece de repente decapita al soldado con un solo movimiento.
—Vi vi vieron eso —tartamudea uno de los soldados.
— ¿Qué demonios es esa cosa? —objeta otro.
El miedo es infundido en todos, la presión del aire se hace pesada y los músculos se tensan a tal punto de paralizarse.
— ¡No pierdan la cabeza, estén atentos! —exclama el inspector con una mirada decidida y triunfadora.
—Se paró como si nada señor, esto no es normal, las balas no le afectan a esta cosa —añade con voz de terror uno de los hombres al lado del inspector.
La niebla comienza hacerse más densa, mientras todo el grupo se queda observando a la silueta del enmascarado uno de los hombres se percata que el niño ha desaparecido.
— ¿¡Oigan el niño ya no está!? ¿Qué pasa con este maldito lugar? —dice un soldado.
Todos los soldados incluyendo el inspector tenían en mente la cinta plateada que era la única escapatoria del bosque. De pronto oyen la misma frase de hace un momento...
"Serán parte de nosotros o parte de nada"
Al oír esa frase nuevamente el escalofrío recorre el cuerpo de todos los soldados presentes, la limitada visión por culpa de la densa niebla no deja avistar nada. El enmascarado desaparece entre la neblina.
A lo lejos se oyen disparos múltiples, disparos que se oyen en toda dirección.
— ¿Que serán esos disparos? ¿Serán las demás unidades? —pregunta uno.
—Son bastantes, ¿que estará pasando? ¿Se habrán topado con algo? —responde otro.
—Creo que tendrán los mismos problemas que nosotros o peores —manifiesta el inspector mirando al horizonte—. Tenemos que seguir movilizándonos, mejor retrocedamos, ya no es seguro seguir avanzando.
Todo el equipo retrocede por donde vinieron a través de la cinta plateada, Rodríguez le hace señal a uno de los hombres que lleva la radio para que se ponga en contacto con las demás divisiones para ver si todos están bien.
—Aquí el cabo Tinderbell de la unidad 06 ¿Alguien me copia? ¿Verifiquen su estado?
Se oye un ruido, una especie de estática, luego el sonido mejora y se oyen disparos del otro lado del canal.
—Lo copió, aquí el cabo Cambridge de la unidad 03, hemos tenido algunos problemas. Han aparecido individuos extraños a través de la neblina, les disparamos pero no caen, repito, no caen, repiten una misma frase siempre, es como que no se detuvieran.
— ¿Podría decirme que frase es la dicen? —pregunta el cabo Tinderbell.
—Es como un: "Serán parte de nosotros" o algo así.
Todos en la unidad del inspector incluyendo a este se quedan petrificados al oír lo que menciona el otro hombre por la radio.
Nuevamente se oyen disparos a través de la radio, y hombres gritando.
—Son muchos, en todas direcciones, no podemos escapar...
Se oyen ruidos de desesperación y agonía antes que se corte la comunicación, los disparos múltiples aumentan, los sonidos se oyen tan claros que pareciera que estuvieran a diez metros del grupo.
—Lo que sea que está pasando no es normal, nos enfrentamos a alguien —expresa el soldado dejando caer la radio al suelo.
—No es alguien, es algo —contradice el inspector mientras saca su arma.
Mientras todos corren a la salida de pronto sale de la nada un soldado ensangrentado y faltándole un brazo...
— ¡Ayúdenme ayúdenme! Las bestias vienen por nosotros, todos estamos condenados —dice el pobre hombre con un terror que se le marca en los ojos.
Todo el equipo se queda sorprendido ante el aspecto del hombre y se echan para atrás.
— ¿Que le ha pasado? ¿Y su unidad? —pregunta el inspector.
El hombre de tanta sangre que ha perdido escapando colapsa en el suelo. Se acerca uno de los soldados para socorrer al agonizante hombre. Cuando este se acerca el hombre despierta y sujeta del cuello al soldado para susurrarle las siguientes palabras...
—Escapen, no debimos nunca entrar a este infierno, este lugar fue construido por el mismo Diablo —susurra el hombre con las fuerzas que les quedan.
El soldado se pone de pie para continuar con el grupo.
— ¿Murió? —pregunta uno de los soldados.
—Si, había perdido mucha sangre, no había nada que podía hacer para salvarlo —. Por cierto, señor debemos salir lo más rápido posible de este lugar —agrega el soldado mientras camina.
El inspector verifica el cuerpo del hombre caído para saber de qué división pertenecía, luego se da cuenta que este era de la división 02.
—Supongo que el hombre esté le dijo lo que vio —agrega al inspector.
El avispado inspector saca un cigarrillo de su bolsillo derecho y luego lo enciende.
— ¿Que ustedes pensarían si les digo que este sitio es un lugar que conecta el mundo de los vivos con el de los muertos? —expone el inspector con una gélida voz—. Este lugar sobrepasa los mitos e historias que se han contado sobre él, no existen palabras para describir este lugar.
Todos los hombres se quedan perplejos al oír las palabras del inspector, algunos piensan que es un chiste y otros tragan en seco rezando que sea una broma de mal gusto.
— ¡Que usted sabiendo todo esto aún así decidió mandar más de veinte hombre a un matadero seguro! —pregona furioso el soldado que había socorrido el hombre antes—. Mire como Johnny fue asesinado, ¿qué le diremos a su familia? ¿Que fue asesinado por un maldito demonio o entidad demoníaca en un bosque?
El ambiente de a poco se torna hostil.
—No digo que ocultemos esto, no digo que le digamos lo que verdaderamente paso a su familia, a veces es mejor ocultar con una mentira un golpe que desencadenará una herida fatal —argumenta el inspector tirando la colilla del cigarrillo al suelo.
— ¿Usted cree que valió la pena sacrificar hombres inocentes que no sabían a lo que venían, solo les mencionó que sería una "simple búsqueda"? ¿Y para qué? El investigador ese debe estar muerto, ¿que lo hace importante o que valga más la vida de él que las de los demás hombres aquí presente?
—Oye Carter tranquilízate, no apoyo al inspector pero solo seguimos órdenes, al final todos crecimos en esta ciudad sabiendo las historias, no fue una obligación el querer entrar sino por voluntad propia —menciona uno de los soldados poniéndole la mano en el hombro.
— ¿Enserio Ethan? ¿No te molesta que te hayan enviado a un matadero sin saberlo? Tú mismo oíste los lamentos y llantos de los soldados de otras divisiones por la radio, no, tú no, todos la oímos.
De pronto entre el caos uno de los soldado avista algo que se viene acercando.
— ¡Oigan! Muchachos miren eso...
Todos miran con total silencio lo que se aproxima, a lo lejos todos visualizan lo que parece ser un hombre musculoso de gran tamaño con una especie de máscara de hierro en forma de triángulo en la cabeza, portando en una de sus manos un hacha gigante. Todos se quedan horrorizados cuando ven que en la otra mano carga unas cabezas humanas ensangrentadas.
Nota del autor: Espero que les esté gustando. No olviden de votar.
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El Bosque de las Lágrimas
Paranormal"Un paisaje paradisiaco fuera de los rascacielos y bullicio humano, un mundo que oculta un secreto oscuro, su belleza oculta el secreto de este lugar, una vez que las personas se adentran en el jamás salen, o eso es lo que se piensa. Misterios y hor...