「𝗘𝗙𝗠」Los chicos "Fucking Mint" se encargaron de esparcir por todo el instituto los secretos de muchas personas y, aunque todo salió bien, nunca te conté cómo fue el antes y el después de las víctimas de este raro y divertido reto.
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« Finalmente, finalmente, ahora lo entiendo, baby. Porque desde que te conocí todo siempre es tan especial »
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¿Alguien te ha dicho lo linda que te ves hoy? Si no es así, entonces tengo el honor de hacerte saber que hoy luces preciosa, Wheein. Aunque claro, tú siempre luces así; hermosa, irreal, única.
Si pudieses escuchar los latidos de mi corazón cuando te veo, no te quedaría duda alguna de lo mucho que me encantas. Sin embargo, mi inseguridad me gana y me conformo con sólo mirarte de lejos, lo que para mi, ya es un verdadero placer.
Te deseo un día lleno de alegría y que sea muy especial, así como tú. Sigue siendo la misma hermosa chica de siempre y deslumbra a todos con tu increíble personalidad.
Con todo mi amor, M.
La chica dobló con cuidado la pequeña nota y se acercó muy sigilosamente hasta el casillero de Wheein. Había pedido permiso para ir al baño para dejar la nota antes de que sonara el timbre de receso.
Miró hacia todos lados, asegurándose de no tener a nadie cerca, y deslizó la nota por la rejilla que tenía la puerta del casillero. Una vez dentro, sonrió satisfecha y en su mente imaginó la bonita expresión que solía colocar Wheein cuando leía sus notas. Suspiró sin poder evitarlo, estaba tan enamorada de la bonita chica que no podía controlar su soñadora mente.
El estridente sonido que anunciaba la hora para poder comer algo la hizo volver a la realidad y corrió lo más rápido posible a esconderse detrás de ese bote de basura de donde podía ver perfectamente a Wheein leer sus notas.
A los segundos que se escondió, llegó Wheein a su casillero. Soltó el aire retenido por el susto y por estar a punto de ser descubierta. Enfocó su vista en la chica para poder apreciar cada uno de sus actos. La chica de sonrisa linda, —como solía llamarla cuando no conocía su nombre— abrió su casillero con algo de rapidez y sonrió en grande cuando encontró la nota. La leyó sin borrar la expresión alegre y luego, cuando la terminó de leer, la apretó contra su pecho y su sonrisa se agrandó aún más. Miró hacia todos lados, esperando ver a alguien sospechoso, pero al no encontrar a nadie, dejó la nota en su casillero y se fue de ahí con la mirada llena de emoción.
Hwasa infló su pecho de orgullo y se llevó una mano al pecho para intentar controlar sus acelerados latidos. Si Wheein escuchara lo que ocasionaba en su corazón, se daría cuenta de que nadie la querría la mitad de lo que la quería Hwasa.
—Hola, acosadora.
El grito que salió de la garganta de Hwasa fue uno bastante escandaloso debido al susto ocasionado, logrando además caerse al piso. Miró al causante de su casi infarto y le dedicó una mirada bastante molesta.
