Día 2

600 46 3
                                    

Temática: Charles sombrío mayormente aunque también habla acerca de la sociedad mutante.

******

-Lleva más de 3 días encerrado y no se que hacer.- le decía Hank al parlante del teléfono que se encontraba en la oficina del castaño dentro de la mansión.

...

-He intentado hablar con él, a veces era complicado pero como te lo dije antes, ahora es imposible... tengo miedo que pueda hacer algo en contra de si mismo, ayúdame por favor.- finalizó sonando resignado.

...

-Gracias.- terminó aquella llamada dejando el auricular en su sitio.

Solo había una persona en la que podía pensar y ahora mismo no tenía ni idea de que podría hacer para sacarlo de aquel agujero negro de tristeza en el que se hallaba hundido.

******

En el transcurso de la noche como era costumbre, se dedicó a preparar algo para que Charles pudiera comer, al subir las escaleras y retirar la bandeja anterior con algunas frutas y un poco de jugo intactos por una nueva, sintió el peso de la frustración caer nuevamente sobre sus hombros.

******

El ruido que hacía la madera debajo de sus pies era discreto, aunque para alguien con un sentido del oído tan bien desarrollado como lo era Hank no pasaría desapercibido, por lo que su encuentro no fue agradable.

Verlo ahí nuevamente, le hizo recordar viejos tiempos, tiempos en los que Charles podía manejar sin complicaciones, podía correr, caminar, hacer lo que él quisiera sin ayuda de nadie, ser independiente... tiempos en los que Erik había sido la persona en la que más confió y aquel que apoyó sin dudarlo ni un momento.

Y aún así, Erik lo había dejado, para cumplir sus propias metas, en búsqueda de sus propios logros, llevándose consigo la movilidad de las piernas de Charles en el acto.

Claro, siempre era bueno recordar que él tenía la culpa de todo lo malo que Charles había sufrido, posiblemente hubiese sido mejor si ambos nunca se hubieran conocido, lastimosamente, el hubiera no existía.

-¿Qué haces aquí, Erik?.- preguntó Hank, visiblemente molesto.

-Vine a verlo.- respondió el otro de forma escueta.

-Raven te lo dijo, ¿no es así?.- era más bien una afirmación, ambos sabía que era verdad.

-Así es.-

-Dudó mucho que quiera encontrarse con el causante de su inmovilidad.- aquello había sido un golpe bajo.

-Vine a hablar con él, no interfieras, no pienso hacerle daño.- respondió Erik con tono molesto.

-No creo que puedas hacerle más daño del que ya le has hecho, y no estoy retándote, se muy bien de lo que eres capaz. Dejare que lo veas, pero más te vale que no te atrevas a intentar hacer algo contra él, o juro por Dios que te mataré, Erik.- la postura que adoptó Hank fue honestamente intimidante, pero no lo suficiente para detenerlo.

Si Hank no lo estaba deteniendo entonces aquello debía ser serio en verdad.

-Bien.- soltó sin más y camino sobre el pasillo, rumbo a la habitación del castaño.

-Habló en serio, Erik.- mencionó una última vez Hank.

-Lo se.- y acto seguido desbloqueó la puerta de la habitación, ingresando en ella, cerrándola con un movimiento lento y poniendo nuevamente el seguro.

Cherik Week 2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora