NARRA MEI
La nueva vecina era realmente todo un caso, tenía la música fuerte todos los días de toda la semana. Mis días de pacífica lectura habían terminado desde que ella se mudó aquí, ya hacía más de un mes de esto, pero había notado algo raro, ella nunca salía para ir a la escuela, solo estaba ahí encerrada con su escandalosa música. Un día, un terrible mal día que tuve en la academia, volví a casa pero escuchar los vidrios retumbar por su escándalo me hizo enojar tanto que fuí a golpear su puerta.
Mei: ¡OKOGI! ¡ABRE TU MALDITA PUERTA!
Ella no respondía en absoluto, así que creí que era buena opción patear su puerta.
Mei: ¡OKOGI! ¡MALDITA SEA, ABRE!
Nada, no había una señal de su parte y después de patear más veces y llamar la atención del portero, supe que me había excedido.
Xx: ¿Qué pasa señorita Aihara? ¿Por qué tanto escándalo?
Mei: Okogi, la chica que vive aquí no abre su puerta (en este punto de la conversación prácticamente le gritaba a causa de la música de Okogi) no sé que le pasa a esta chica.
Xx: traeré las llaves, quizás le ha pasado algo.
En menos de 10 minutos el portero regresó con las llaves del departamento de Okogi. Entramos y rápidamente me acerqué a apagar su molesto aparato dónde tenía música. Lo raro de esto, es que no ví salir a Yuzu ni una vez desde que salimos al supermercado, algunas veces llegaba a ver a una señora de cabello corto color castaño oscuro, supuse que era su madre, pero solo la ví salir dos o tres veces. Esta chica se la vivía sola, tanto como yo.
Cuando entramos a la casa, todo estaba demasiado ordenado para mi sorpresa, pero no había rastros de la chica.Xx: parece que no hay nadie
Mei: ¿La vió salir?
Xx: no, a ella nunca la he visto salir, creo que solo una vez.
Mei: bien, iré a su habitación y usted busque por aquí.
El señor asintió y yo fuí a la habitación principal, no había nada, después fuí a la habitación de a lado y ahí estaba, sentada abrazando sus rodillas, su cabello rubio revuelto, había papeles llenos de sangre en el suelo y ella tenía la mirada pérdida, parecía una digna escena de terror de algún asesino.
Mei: ¿Okogi?
Yuzu: ¿Quién te ha dado permiso de entrar?
Perfecto, ahora ella era fría y cruda con sus palabras.
Mei: vine a asegurarme que estuvieras a salvó y, ¿Así me pagas?
Yuzu: nadie te pidió que vinieras a verme.
Su mirada estaba perdida frente a su gran pared blanca, escondió su cara en medio de sus rodillas y yo solamente la miré de la manera más fría que pude ¿Cómo es que no valora que me preocupé por ella?
Mei: como sea, ¿Qué son todos estos papeles en el suelo?
Yuzu: no es asunto tuyo.
Mei: ¿Por qué estás en ese rincón?
Yuzu: tampoco debe importarte.
Ya está, la gota que derramó mi vaso.
Mei: ¿Sabés qué? Por eso te dejan sola, por que eres un ser despreciable
De acuerdo, estaba descargando todo mi día con ella.
Mei: mírame cuando te hablo... (No volteó) ¡MÍRAME CUANDO TE HABLO!
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Mil maneras de hablar de ti.
FanfictionComo fué tu amor por ella? Grande... Muy grande, tan inmenso que los amoríos de novelas se quedaban cortos. En verdad la amaste tanto como dices? La amé, juro que la amé con cada fragmento de mi alma, con cada latido de mi ser... Y entonces? Por q...