"Ya no te amo"
Eran palabras duras. Sobre todo para alguien que aún amaba. Sobre todo cuando confiabas ciegamente en el amor que la otra persona te profesaba.
Totalmente engañado.
Apretó los labios en una fina línea dura. Apretó las manos en duros puños, causando que sus venas resaltaran por la presión.
"Entonces, me has estado engañando todo este tiempo. ¿Cómo fuiste capaz todos estos meses, verme a la cara y decirme" Te amo" cuando realmente, tu no me amabas?"
Kyungsoo no terminaba de comprender todo aquello. Hasta el día de ayer, pensaba que todo era perfecto. ¿Cómo todo estaba llendo de esta forma?
" No te mentí "
¿Qué no le había mentido? Entonces ¿cómo se le llamaba a alguien que fingía el amor desde hace meses? Pero ya no le importaba, tampoco querría averiguarlo.
"Entonces, es mejor terminar ahora. No quiero volver a hablar contigo"
Solo él podría saber cuánto había dolido aquello. Todo por dentro ardía y se desgarraba, su garganta se oprimía a tal grado que le costaba respirar. No quería estar sólo, estaba desesperado por ser salvado del abismo profundo y oscuro a la cuál, él mismo se había arrojado.
—¡Baekhyun!
Gritó desde su habitación, mientras se doblaba en sí mismo. Tal vez si su cuerpo se hacía aún más pequeño, el dolor también lo sería. El contrario llegaba en ese momento, haciendo sus pies descalzos sonar contra la cerámica y vistiendo su pijama. Era normal, iba a ser un día normal. Pero ya no lo era.
—¡Dios mio!
Había exclamado su mejor amigo al verlo sentado sobre la cama, doblando su espalda hacia adelante y con el cabello agarrado con firmeza entre sus dedos. Se apresuró hasta él, abrazándolo enseguida. Kyungsoo apenas respiraba, mientras sus ojos estaban completamente rojos por estar aguantando el mar de lágrimas que no quería dedicarle al que era su ex prometido.
—Llora todo lo que quieras... Te hicieron daño... Y necesitas sacarlo todo
Susurra a su amigo mientras lo envolvía entre sus brazos, apretandolo con firmeza mientras acariciaba sus brazos tensos, queriendo que soltara sus cabellos antes de que los arrancará totalmente desde los folículos.
—Me dejó... No... Yo lo dejé... Dijo que ya no me amaba, Baek...
Sollozaba dejando que todas sus emociones explorará en lágrimas gruesas y saladas, que le causaban algo de picor en las mejillas. Se dejó abrazar por su amigo, mientras en su cabeza repasaba mil veces las poco válidas palabras de disculpas que el moreno había expresado en el mensaje de texto.
¿Cómo no lo había visto venir? Hacía meses que JongIn ponía poco esfuerzo en hablar con él, el tiempo que le dedicaba a sus conversaciones era casi inexistente. Y ni hablar cuando sus padres le habían llamado para hacerle sentir miserable, él había buscado su refugio en los brazos de su prometido y también palabras de consuelo, pero sólo había recibido un:
"Lo siento, estoy ocupado"
Debió verlo venir, pero como no lo había visto, el golpe de las palabras del menor le habían dado como una dura patada en la boca del estómago y había sacado todo el aire de su cuerpo.
—Debes llorar hoy, llora todo... Mañana vas a descansar, voy a consentirte y hablaremos, dirás todo lo que quieres decir... Y saldrás adelante... Eso harás Kyungsoo, por qué no vale que hagas un luto por él, no ha muerto y si él seguirá su vida, tu también seguirás con la tuya
Dijo su amigo con firmeza y le tomó la palabra.
U
n par de meses después, ya no pensaba en él. O tal vez sí. Un profundo sentimiento de nostalgia le envolvía.
"¿Si estuviésemos juntos, de que estaríamos hablando en este momento? Ayer fue su cumpleaños, no lo salude por que no lo recordé. ¿Estaría esperando mi saludo? Espero que no"
Ese tipo de cuestionamientos invadían su mente, y era normal. Tras 4 años de una relación estable, de una profunda confianza y un nivel de comprensión espíritual no podía borrarse así como así. Pero estaba seguro de que pronto solo serían bellos recuerdos.
Baekhyun estaba a su lado, realmente había cumplido con su papel de mejor amigo durante esos meses. No le había metido ideas en la cabeza para que odiara a JongIn, no.
JongIn era, muy a su pesar, su real primer amor. Había sido siempre muy bueno con él, atento a niveles extremos antes de que todo se hubiese evaporado, como un helado caído sobre el asfalto en un caluroso día de verano. JongIn le había enseñado como se sentía el amor, las caricias, las madrugadas de insomnio acompañadas por largas conversaciones y besos. JongIn le había enseñado amar. Pero también, le había enseñado como olvidar. Como superar.
Pensaba que no podría vivir sin él. Que su vida sería una total miseria si no estaba a su lado. Pensaba que JongIn era como el oxígeno en el aire, como el calor de los rayos del sol. Tal vez lo era, tal vez ya no era así. Pero eso ya no le importaba, o tal vez si.
No. Definitivamente, JongIn lo había sido y lo será para otra persona. Más ya no para él.
Mientras terminaba de hacer los últimos detalles de su ensayo de la universidad, su teléfono había brillado avisando de un mensaje, lo tomo en sus manos y se sorprendió.
De: JongIn
"Si te pidiera regresar, ¿que me dirías?"
