🔹c u a t r o🔹

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—Questo è un dannato insulto per la pizza (Esto es un insulto a la pizza) —soltó Italia, tomando una pizza de microondas y viendo lo horrible y demacrada que está estaba.

—No deber saber tan mala —comentó el ruso, tomando otra pizza de microondas para comprarla.

—¡Non tocarla! (¡No la toques!) —rapidamente Italia le dio un pequeño manotazo a Rusia, para que soltara a esa aberración la cual se hacía llamar pizza— Certo e il formaggio ha la caca o cualcosa del genere (Seguro y el queso tiene caca o algo así).


—No mamen, hay pizza —hablo un animado mexicano entrando en escena y dispuesto a tomar una pizza de microondas, pero fue rápidamente detenido por Italia.

—No, lascia quelle cazzate là fouri. Hanno la caca (No, dejen esas porquería ahí. Tienen caca) —y sin más, el italiano se llevó a ese par muy lejos de esa aberración.

Por otro lado, se podía apreciar una pelea entre un peruano y un chileno, los cuales parecía que iban a combatir hasta la muerta por el último paquete de galletas con chocolate que había en el estacionamiento.

—¡Yo las vi primero! —repitió Perú por tercera vez, tratando de alejar al chileno con una mano y poder hacerse con la victoria.

—¡Papá, mira a Perú! —gritó el chileno.

Realmente a ninguno de los dos les importaba llamar la atención de el resto de personas que se encontraban en el lugar, lo único que les importaba era ese paquete de galletas.

—Perú, no seas malo —dijo República Dominicana, viendo con atención la escena que ese par estaba armando.

—Perú fue el primero en ver las galletas, así que él se las queda —intervino el español, tomando un paquete con donas que se encontraba al lado de Chile.

El peruano le arrebato las galletas a Chile, para posteriormente salir corriendo a pagar sus amadas galletas.

—Aquí hay muchas papas fritas —soltó Venezuela, con un gran brillo en los ojos, viendo la gran variedad de frituras que había.

—No creo que sea buena idea tomar de estás papas —le dijo Colombia al venezolano, después de ver qué paquete había tomado su hermano—. Te recuerdo que no somos nada buenos tolerando el picante.

—Es solo publicidad engañosa —aseguró el Venezolano, tomando otro paquete de papás fritas que decía “nivel extremo” en picante—, ya verás que serán papas comunes y corrientes.

—Yo creo que a la hora de cagar, sufrirás bastante —comentó el colombiano, en un intento de lograr que su hermano no llevará esas papas.

—Yo creo que debes dejar a Venezuela escoger lo que comerá—hablo el argentino, sonriendo con gran malicia al ver la inocente forma con la que Venezuela veía las papas extra picantes.


(...)


—Ahora, no haremos ninguna otra parada hasta llegar —sentenció el español, una vez que todos terminarán sus compras y estuvieran dentro del auto—, ni para orinar.

—No hay problema —aseguró el mexicano, después de terminar toda la gaseosa que tenía—. ¿Quién necesita baños para mear cuando se tiene una botella?

—Todos —contestó España, viendo a México por el retrovisor—. Pónganse sus cinturones.

—Yo ya tengo el sustituto para el baño —dijo Chile, tomando una bolsa de papas fritas extra picantes que Venezuela ya se había terminado—. Nada mejor que cagar en una bolsa.

—Por favor, estoy comiendo —se quejo Ecuador, dejando sus donas aun lado algo asqueado.

—No aguantas nada —le dijo el mexicano, algo sorprendido por lo rápido que el ecuatoriano podía asquearse.

—Per favore, mangia un silenzio (Por favor, coman en silencio) —les pidió Italia, después de ver cómo a España casi se le saltaba una vena en la frente.


—¡Si, mami Italia! —se escuchó decir a todos los latinos.















Tengo algo de prisa, así que hoy la única aclaración que dejaré es que ustedes son unas bellezas de personas, hasta la próxima (´∩。• ᵕ •。∩')

Hora en familia 🔹Latin Family 🔹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora