Capítulo 4

66 15 0
                                    

—Mmmh...

Eran aproximadamente las 2 de la madrugada cuando Emma comenzó a sentir una extraña sensación en su vientre, la doctora con anterioridad le dijo que sería normal comenzar a sentirse incómoda ya que el bebé estaba comenzando a adaptarse al espacio reducido que tendría por los últimos meses.

—No puedo dormir... —Murmuro para si misma retirando las sábanas para salir de su cama.

Había un poco de frío debido a que unas horas atrás estuvo lloviendo por una pequeña tormenta que estaba de paso.
Las luces del pasillo estaban apagadas cosa que era muy raro por lo que Emma se acercó al interruptor para encender la luz pero esto no funcionó.

—No hay energía... Rayos...

Regreso para buscar su celular y alumbrar su camino a la cocina tomó un vaso de agua y regresó con calma pero se detuvo repentinamente al notar que en el suelo había manchas que nunca había visto.

—Pero... ¿qué es...

Finalmente se logró percatar que en sus piernas escurría un líquido rojizo, eso no era buena señal.

—Ay no... —Estaba comenzando a entrar en pánico pero logró centrarse y llamó a su mejor amiga—. ¿A-Anna?

Al otro lado de la línea la chica estaba un poco adormilada ya que se encontraba estaba en semana de exámenes —¿Si, ocurre algo Emma?

—Anna... Estoy sangrando...

La chica se despertó rápidamente apenas escucho esas palabras por su parte —¡¿Qué?!, ¡sientate, agarra la maleta del bebé en un rato voy por ti!

—Tengo miedo Anna...

Lo se cariño, pero no te desesperes, si no le podrás hacer daño al bebé.

—Esta bien...

Emma colgó la llamada y Anna como los primero zapatos que encontró y corrió a las habitaciones de sus primos tocando de forma desesperada -actualmente toda la familia vivía en la mansión-, estas fueron abiertas dejando ver las expresiones enfadadas por interrumpir el único momento de tranquilidad que tenían.

Oliver miró directamente a la chica que se estaba encaminando a las escaleras. —¿Ahora que quieres Anna?

—¡Es Emma! —La chica no explico más y bajo corriendo las escaleras.

Zazie camino lo mas rápido posible a su compañero —Espera, ¿qué no Emma sólo tiene 27 semanas?

—Si pero... Mierda, ¡Zazie arreglate en un rato alcanzamos a Anna!

Todo estaba ocurriendo en un abrir y cerrar de ojos, la joven madre, sus padres y su amiga la acompañaban de camino al hospital sin embargo con la mayor precaución posible para evitar tener un accidente en el proceso de traslado.

—¿Emma como te sientes? —Preguntó Anna mirándola en algunos segundos desde el retrovisor.

—No muy bien... Me estoy sintiendo mareada...

—Ok, tranquila...

Al entrar por la puerta principal fue recibida al instante por los médicos para llevarla a quirófano, claro no sin antes hacer un examen rápido para saber la situación de ambas vidas.

—Qué bueno que vinieron antes —Pronunció Anna sujetando las manos de sus primos.

—Anna, creo que la abuela trae algo entre manos —Mencionó Zazie.

—¿Porqué lo sospechan?

—Por el hecho de que el espacio para Emma ya estaba reservado en unos meses... Y este hospital le pertenece a tu padre... —Expreso Oliver.

—Espera... Pero Emma le había dicho a mi padre que hiciera su registro hasta que llegará la hora...

—Exacto, y el tío respeta demasiado las súplicas de Emma...

Se dirigieron a la sala de espera encontrando a los padres preocupados de la joven, sus expresiones eran fáciles de recibir en cuestión sentimental ya que era su única hija y la vida del bebé también corría un gran riesgo.

—Ella estará bien, no tiene porque preocuparse...

—Gracias por todo Anna, no se que haríamos sin ustedes chicos —Yuugo sujeto sus manos agradeciéndoles.

—Señores Bell, no tienen que agradecer, después de todo Emma también es nuestra familia.

Los minutos pasaban muy despacio y las horas parecía que ni existían, el nerviosismo estaba presente en todos en especial en Yuugo quien ya iba por su tercer vado de café extra cargado.
La lluvia había comenzado a caer de nuevo, en las noticias se indicaba de que se trataba de un ciclón tropical que estaba por de paso en la cuidad, por lo que ver en el hospital repentinos bajones de corriente era común por la situación.

—¿Crees que eso afecte a la sala de partos? —Yuugo se dirigió a Anna.

—Bueno...

—No, cada sala tiene un generador de repuesto por si estás situaciones se llegan a presentar.

Los tres chicos miraron con sorpresa a la mayor, mientras que los padres de la joven la miraron con desprecio y enojo.

—¿A que ha venido aquí, señora Ratri? —Yuugo se puso de pie al instante para mirar a los ojos a la mayor.

—Recuerde que había estipulado que se le haría una prueba de paternidad al bebé para saber con exactitud si es hijo de mi nieto.

Mujer sin sentimientos —Pensaba Yuugo mientras se volvía a sentar.

Ya eran las 7 de la mañana y aún no se había nada de la joven, esto ya tenía sumamente alarmado al mayor y sus nervios ya estaban al tope de considerar lo peor para su hija y su nieto, sin embargo no eran la única familia que esperaba y pues aún no habían noticias de ningún paciente cosa que al mayor ya se le hacía muy extraño.

—Anna, no es por desconfiar pero, ¿estas segura que fue buena idea traer a Emma aquí?

—¿Acaso está desconfiando del servicio que ofrecen nuestros hospitales? —Cuestiono ofendida la mayor.

—No me refiero a eso señora, es sólo porque esto está tardando demasiado, cuando Emma iba a nacer había una enfermera que nos mantenía al tanto de todo...

Unos minutos después de que un aire lleno de tensión se generará, el médico salió con un gesto de preocupación y alivió a la vez —¿Familiares de la señorita Emma Bell?

Yuugo y Diana se levantaron al instante apenas escucharon el apellido de su pequeña, se acercaron lo más pronto posible al médico y este palmeo el hombro de Yuugo con una sonrisa en su rostro —¿Como está mi hija?

—Felicidades señor, su hija ha traído al mundo a una hermosa niña.

Los ojos de Yuugo se iluminaron al escuchar eso, sus amigos de la chica lograron suspirar con tranquilidad.

—Sin embargo, tuvimos complicaciones con la salud de Emma, por lo que necesito hablar a solas con ustedes —La voz preocupada del especialista hizo que Yuugo supiera que algo no andaba muy bien.

—E-Esta bien...

Se alejaron de ahí para ir a una de las habitaciones de espera dejando con una gran preocupación al resto de los familiares.

Ojala y este bien...

Capítulo 4: "Momento inesperado"

Capítulo 4: "Momento inesperado"

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Valor innecesario 【ᴛʜᴇ ᴘʀᴏᴍɪsᴇᴅ ɴᴇᴠᴇʀʟᴀɴᴅ】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora