Valor innecesario 【ᴛʜᴇ ᴘʀᴏᴍɪsᴇᴅ ɴᴇᴠᴇʀʟᴀɴᴅ】

Capítulo 9

La expresión de Carol era monótona por lo que se lograba notar desde el retrovisor. Zazie estaba apunto de llorar de risa pero prefirió abstenerse.

—Se verá con la señorita Jemima, ¿cierto? —Vincent trato de llamar la atención de Carol.

—¿Tan obvio es?

—Por supuesto, por cierto, si gusta lo puedo ayudar en llevarle esas cajas que subió, se notaban pesadas.

Carol los miró de reojo y sonrió levemente evitando que notarán su sonrisa.

—Oye Carol, ¿no crees que es raro confiar en extraños? —Zazie tocó el tema.

—¿Porqué lo dices, tío?

—Bueno, lo digo por el hecho que... Bueno trataste de hablar con una extraña en el cementerio, ¿y si sólo fue un error visual?

—Bueno, no perdía nada preguntándole si esa era la tumba de un familiar o algo así, ya sabes...

—Llegamos —Vincent finalmente se estacionó.

Los tres bajaron del auto y se adentraron a la plaza —Oye Carol, Vincent se quedará conmigo un largo rato porque Jemima nos entregará unas cosas y...

—Tranquilo, veré con que me entretengo por ahí... Disfruta ver a la tía Jemima, Vincent saludamela —Guiño el ojo y se alejó.

—Plan A, completo —Susurro Zazie.

—¿Nos dejarán sin herencia cierto?

—Completamente —Respondió.

La chica corrió al interior de la plaza buscando la cafetería que su misteriosa amiga le había dicho.

—¿Pero qué demonios haces Carol?... ¿Y si se trata de algún sujeto de trata de blancas o algo así?... —Al fin se había dado cuenta de su ingenuidad.

Se giró para regresar pero chocó con alguien —Disculpa —Pronuncio esa voz monótona pero amable.

—Tranquilo la culpa fue... Mía —Lo miró sorprendida.

—Tranquila —El celular del mayor sonó repentinamente y lo sacó—. Bueno que tengas buen día —coloco el celular en su oído para responder— ¿Si, Emma?, Claro ya voy, por cierto ¿es la mesa 12 cierto?... Perdón, ¿es la 17?

Escuchar esos datos la hicieron dudar de nuevo pero no dudo en seguir al mayor con el que se había encontrado hace unos segundos. Trataba de ser lo más cautelosa posible para no captar su atención.
Finalmente vio como el llegó a una cafetería y saludó al recepcionista al igual que varios meseros, ¿acaso era el dueño?
Entro con algo de miedo y se dirigió a la barra.

—Buen día...

—Buenos días señorita, ¿que le puedo ofrecer?

No sabía que decir —Emmh... Dame un frappé de galleta...

—¿Chico o grande?, ¿para llevar?

—Emmh no... Digo,  para consumir aquí y grande, por cierto, estoy buscando a la señora Bell vine a una entrevista.

—¡Violet lleva a esta chica! —Gritó repentinamente el barman haciendo que se asustara.

Finalmente la mencionada se acercó a la joven —¿Mesa 17? —Asentó—. Sigueme.

La chica comenzó a guiarla a la mesa mencionada, estaba saliendo a la parte exterior de plaza, si eso ya era preocupante.

—Oiga, olvide algo en el auto de mi acompañante... Iré a...