PARTE 7: EL DÍA QUE TODO CAMBIO

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Jack se encontraba parado una especie de desierto, no había nada, salvo rocas y mucho polvo, puede ver acercándose un grupo de personas

"Es un ejército" piensa Jack mientras al girar la cabeza se da cuenta que viene violentamente hacia el otro grupo de individuos, está en medio del campo de batalla y no es capaz de moverse.

Jack cierra los ojos, sabe que todo es un sueño y que al abrirlos despertara, pero ahora se encuentra parado detrás de la chica de cabello rojo, la misma que veía frecuentemente.

—Por favor discúlpame –dijo la pelirroja-, Yuria aún está esperando tu regreso.

El muchacho muy confundido

—A que te refieres, ¿Quién eres?

Jack la toma del hombro para poder ver su rostro, pero sin darse cuenta ya se encontraba corriendo en el bosque, logra ver un muchacho de cabello negro con una cicatriz en el brazo mirándolo, parado sobre la rama de un árbol. El desconocido sujeta una daga la cual poco a poco empieza a crecer a la vez que se impulsaba para atacar a Jack, estando cerca pudo ver la cicatriz la cual parecía hecha por una quemadura.

Sentado en la hierba viéndolo todo se encontraba alguien más

—Despierta de una vez –dijo el individuo

Jack al verlo se da cuenta que ese sujeto tiene su misma apariencia, sin embargo, el otro sujeto ya tenía apunto de rosar su cuello e instantáneamente despierta sudoroso y agitado.

"¿Dónde estoy?", piensa mientras se levanta de lo que pareciera una cama de piedra, mirando rápidamente todo el lugar.

Este era un cuarto algo oscuro, donde no había nada más que una pequeña ventana donde los rayos del sol podían entrar alumbrando solo una parte del lugar, una pequeña plataforma en la que se encontraba Jack sentado y una pequeña puerta en la que podías ingresar y salir inclinándote un poco.

—Al fin despiertas –comunico Eder quien se encontraba en un extremo de la habitación con los brazos cruzados-, ¿cómo te sientes?

Jack al verlo recordó lo que había pasado y toco su rostro, noto que no tenía ningún daño incluso los dientes que había perdido estaban ahí.

—Gracias –agradeció Jack a Eder pensando que este lo había curado-¿como esta Sandro?

—Yo no hice nada, fue Asiri quien curo tus heridas e hizo que Sandro se encuentre bien. Ella me pidió que hable contigo.

—¿Qué es este lugar?

—Salgamos de aquí sígueme –replicó Eder

Los muchachos salen de la habitación por la pequeña puerta y Jack pudo ver como los chicos del escuadrón estaban entrenando unos con otros.

—Este es nuestro hogar, el lugar en el que permanecemos y entrenamos para en algún momento cuidar el domo.

A Jack le parecía familiar el lugar, volvió a la pequeña habitación para verla de nuevo, pero no lograba recordarlo.

—¿Cuánto tiempo estuve inconsciente? –pregunto Jack un tanto desorientado.

—Debieron ser solo unos 20 minutos –alegó Eder-, bueno ya que estas bien dime, ¿por qué estaban tan cerca al domo?¿qué fue lo que le paso a Sandro?

Jack se sorprendió de que el supiera en donde estaban

—Solo le pregunte como es que te conocía, él me dijo que ustedes solían jugar juntos y que eran grandes amigos –respondió Jack agachando su cabeza-, luego de eso Sandro se desmayó repentinamente, fue entonces que lo traje rápidamente al pueblo.

Eder dio un gran suspiro, cerró los ojos y comprendió porque Asiri le había ordenado que sea el quien hable con Jack a pesar que no le agradaba.

Fue entonces que decidió contarle el porqué de lo que había pasado

—Todo paso hace 6 años, Sandro y yo efectivamente solíamos jugar con los demás niños muchas veces en el pueblo y otras veces en el bosque todos teníamos la misma edad después de todo, Asiri nos cuidaba e Inti y Killari como todas las mañanas permanecían junto a la espada –narraba Eder-, sin embargo no sabía que ese sería el último día que jugara con mi amigo.

—¿Qué ocurrió? –pregunto Jack

—Aquel día mientras jugábamos en el bosque sin percatamos que ya estábamos muy alejados de pueblo y los límites del domo estaban a nuestro alcance. Sandro en ese momento me recordó aquella historia que Inti nos contaba para evitar que no nos acerquemos al domo sobre aquella niña que desapareció al tocarlo, pero yo estúpidamente le dije que solo eran historias y que no pasaría nada si nos acercamos un poco más. Nos acercamos tanto que estuvimos a punto de tocar el domo y entonces sucedió, ambos pudimos ver a través de el a un monstruoso ojo el cual parecía mirarnos fijamente, ese ojo pertenecía a una enorme bestia de color azul con grandes cuernos, tenía un hocico lleno de dientes que parecían espadas, su cuerpo era tan pesado que hundían el suelo en el que estaba parado, de pronto apareció otra bestia muy similar solo que con unas enormes garras la cual soltó un potente rugido con la intención de iniciar un pelea.

—Entonces las bestias de las que nos contaba, Inti son reales

—Así es, tú deberías saberlo

Jack no entendí a qué se refería Eder así que solo siguió escuchando la historia

—Ambos monstruos se enfrentaron tan salvajemente que casi podíamos palpar la sangre que corría al otro lado del domo, uno le arranco las piernas al otro y ese le arranco el brazo de un mordisco, a uno le arrancaron la cabeza dando fin a esa pelea, quedaron pedazos de uno de ellos junto con todo el bosque lleno de sangre. La escena era horrible y más aún cuando esa bestia se empezaba a comer los restos del otro. De repente aparecieron sobre el domo múltiples rostros de personas los cuales parecían de manera triste, algunos preocupados y otros molestos, por todo ello ninguno de los dos podíamos movernos, estábamos aterrados por lo que habíamos visto. Fue entonces que sentimos unas cálidas manos atrás de nosotros, era Asiri la cual enseguida nos abrazó y nos dijo que todo estará bien ahora que todo ya había terminado, pero lo cierto era que apenas acaba de empezar.

SayaniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora