Sayani

PARTE 5 : MUNAY

El par de ancianos, así como Asiri eran muy queridos y respetados por el grupo de niños, pero por quienes sentían gran admiración eran los protectores del domo, estas eran 5 personas que cada cierto tiempo son elegidos para cuidar los límites del domo en pocas palabras los elegidos par cuidar el pueblo siendo Yaku líder de ellos quien a su vez también era padre de Jack.

Estas 5 personas tenían a su vez 5 sucesores, los cuales se preparaban para en cualquier momento cumplir su deber como protectores, Jasón, Tobías, Evelin, David y Eder, siendo este último el líder de este nuevo escuadrón, todos ellos con la misma edad de 14 años, la misma que la de Jack aparentemente.

Estos jóvenes eran entrenados y capacitados por Yaku el cual solo podía venir una vez al mes al pueblo para informar a los ancianos de cualquier actividad sospechosa fuera del domo, pero más importante aún entrenar a este nuevo equipo de muchachos para que conozcan, controlen y dominen el Munay el cual se decía que era una energía proveniente de cada uno de los seres vivos y que había sido otorgado por los dioses hace muchos años, canalizándola en el interior era capaz de hacer realizar cosas increíbles y mientras más control se tenía mayor era la destreza en batalla para quienes la dominen al menos superficialmente ya que este poder no era para nada sencillo de aprender menos de controlar. 

Inti contaba que los guardianes del domo y sus sucesores habían logrado controlar el Munay que había dentro de ellos y que gracias a eso tanto el domo como sus habitantes podían permanecer a salvo, pero también decía que este poder también podía ser contraproducente si no se tenía el entrenamiento ni el control adecuado, incluso se podría perder la vida si se forzaba más de los límites del individuo, esto lo sabía muy bien porque en sus días de juventud vio como un jovencito llamado Rumi que estuvo a punto de morir por llevarla a un extremo perjudicial para él ,por suerte él y Killari estuvieron cerca para ayudarlo salvándole la vida.

Jack sabía perfectamente todo lo relacionado con esta extraña energía, gracias a su padre a quien recordaba con mucho cariño y aprecio por haberle enseñado algo que solo los involucrados con el domo deberían de saber, aunque a pesar de eso este le había prohibido usarla bajo cualquier circunstancia dentro del domo ya que aparte de ser peligroso, podrían preguntarse en el pueblo como es que alguien que no sea del grupo de protectores pueda controlar algo tan complicado como el Munay.

A pesar de esa advertencia el chico no podía evitar usarla, motivo por el cual siempre se adentraba en el bosque con la excusa de recolectar frutos solo para poder entrenar golpeando los árboles y las rocas que había cerca sin que nadie lo note o escuche ya que le parecía un desperdicio no poner en práctica lo aprendido y no comprendía por que su padre le enseño algo como si se le iba prohibir usarlo sin siquiera imaginar que gracias a ello conocería a quien sería su primer amigo en el domo Sandro.