Completamente Mio

Todos sospechan

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Despierto con pesadez, me levanto de la cama para dirigirme al baño para así darme una ducha, debía ir a la universidad, miro mi cuerpo desnudo en el espejo del baño, mi brazo derecho tenía muy marcado su agarre, mi espalda un moretón gigante, debido al golpe de ayer con la pared, esa zona me dolía mucho al igual que mi brazo, pero lo más evidente, era el moretón junto a mi boca y mi labio bastante roto con sangre seca en él, frustrada me ducho y me visto, elegí una camisa holgada y manga larga para tapar el moretón de mi brazo e intento maquillar mi rostro, pero no logro tapar el moretón, suspiro frustrada, porque sé que causara preguntas.

Tomo un paquete de galletas, la cómo mientras a su vez, bebo café, cuando termino, tiro el paquete a la basura, tomo mis llaves y me dirijo a la salida, camino adolorida, la espalda y mi mandíbula dolían bastante, tarde 5 minutos en llegar a la parada del autobús, por suerte este llego rápido, me subí y camine hasta el fondo, donde me senté en el asiento vacío junto a la ventana.

Miro por esta, carros, gente caminando, noto a una pareja caminar de la mano junto a su hija, no puedo evitar que una lagrima resbale por mi mejilla al notar eso, pues eso era lo que quería para mí, para mi hija, pero en cambio, su padre estaba con otras y me maltrataba, no puedo evitar sentirme como una idiota sin dignidad, permitiendo que Luke me humille.

Salgo de mis pensamientos cuando noto que llegamos a la universidad, me bajo y noto la mirada de mis compañeros puesta en mí, intento ignorarlos, sé que no es normal ver a una chica con la boca rota y un morado en la cara, suspiro aliviada cuando llegue al salón, más ese alivio desapareció cuando las miradas preocupadas de Alexandra y Laura se dirigieron hacia mí, agradecí que el profesor llego detrás de mí, así no podían hacerme preguntas aun, me senté junto a ellas.

-Espera, no salgas –Alexandra me toma del brazo, las clases que teníamos hoy ya había terminado y yo me había levantado para dirigirme a nuestro sitio de siempre.

-¿Qué sucede? –Pregunto ladeando la cabeza como si no comprendiera, no me atrevía hablar sobre lo sucedido, sentía vergüenza.

-No te hagas la loca, ¿Qué te paso en la boca? –Ahora es Laura la que habla, sus ojos demuestran gran preocupación.

-Nada, estaba buscando un envase en el gabinete alto de la cocina y me cayó en la boca un envase proteína que Luke consume para intentar verse bien, tuve que regañar a Luke por dejarla ahí –Me encojo de hombros intentando parecer tranquila, mentir no se me da tan bien, además que Luke es muy flaco, no es de los que parece que haga ejercicio.

-Pero parece más un puñetazo –Alexandra se acerca a mi rostro, no puedo evitar soltar un gruñido cuando lo toca, pues duele.

-¿Nos estas mintiendo? –Noto la mirada de Laura fija en la mía, intentando descubrir la verdad, intentando ver si no miento.

-No, solo soy torpe –Me rasco la nuca con mi mano, soy mala actuando.

-Puedes contarnos lo que sea, ¿ok? –Alexandra toma mis manos mostrando apoyo.

-Lo sé, vamos a la cafetería que la bebe tiene hambre –Concluyo el tema, para después caminar junto a ella a la cafetería.

Llegamos, Laura se ofreció a pedir por mi mientras yo me sentaba, debe creer que estoy agotada, pero igual no me quejo, esta llega con mi jugo de naranja y una ración de pizza, ella tiene otra y un jugo de fresa, Alexandra como la buena niña que es, acompaña la suya con una malteada de chocolate.