4 Grandes Reinos Sirgel

El Contrato

Sart se tiro al suelo en el preciso momento cuando un dardo de ballesta paso al ras de su cabeza, luego le pareció escuchar como un grupo de hombres a caballo, bajaban de sus monturas y se adentraban en el campo para alcanzarlos.

-Corre, corre de una buena vez!- le dice Jaidern a Sart, mientras arrancaba la flecha de su pecho, para fortuna del explorador, la flecha se había clavado entre su peto de cuero y su pecho, lo que evito que la herida fuera profunda.

-Pero no quiero dejarte solo- protesta el juglar, luego agrega -No quiero perder a otro Amigó-.

Jaidern sonrió con amargura por las palabras de despedida de su amigo, luego se puso de pie difícilmente para comenzar a huir mientras decía - Si a llegado mi hora, que sea peleando por vivir-.

Sart sonrió con tristeza mientras miraba a su compañero correr y llamar la atención de los atacantes, entonces el juglar comenzó a gatear en la dirección contraria intentando pasar desapercibido y así poder escapar.

Después de un instante de moverse sigilosamente, Sart voltea y ve como su amigo era rodeado y atacado por una docena de hombres armados, estos tenían aspecto de mercenarios, por un instante el juglar pensó en ayudar, pero no quiso hacer que el sacrificio de Jaidern fuera en vano, así que siguió huyendo sin mirar atrás.

Uno de los oficiales de los mercenarios miraba como el hombre con aspecto de aventurero, luchaba valientemente contra sus hombres, pero al final sucumbió ante el mayor numero de hombres, luego hizo señal a otro grupo para que entrara en el depósito.

-Listo señor, sin testigos como dice el contrató- dice el oficial a un mediano que estaba oculto en las sombras.

Este respondió  en tono de protesta,- y que pasa con el que esta huyendo?, por que no lo matas?-.

-Ya le dije que había un contrato antes de que usted llegara, y usted me dijo que no había problema-, responde el oficial al mediano.

Este dice protestando, - Pero el contrato dice que sin testigos-.

-Pero el primer contrato dice, no mates al juglar, ya conoce nuestra reputación, cumplimos el acuerdo pase lo que pase-, luego baja del caballo y se prepara para entrar en el depósito desenvainado su espada.

-Eso me deja en desventaja- dice el mediano.

-De que se preocupa?, se sabe que los juglares inventan historias, quien le creerá?-, dice finalmente el oficial de mercenarios mientras entra en el depósito.

El por que de todo

Cuando Adamd sintió la puerta abrirse a su espalda, giro y vio como un grupo de ocho hombres armados entraban, eso causó que el lider de los asesinos preparara sus dagas y con un silbido notifico a su grupo que algo estaba pasando.

Lornar por su parte se prepara para atacar, cuando sintió la mano de Yannmir sobre su hombro, luego esta le susurra al oído, -luchemos juntos como antes- cuando término esas palabras, Lornar noto que la joven tomaba una daga que él tenia oculta en su cinturón.

- Que hací sea- fue la respuesta del guerrero mientras fijaba su mirada en el oponente que tenia a su derecha.