Capítulo II: "Un viaje al lago, aullidos, y una luna roja".

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Narra escritora.

Entre todos se miraban con curiosidad, ya que era algo extraño que chicos nuevos entraran a estas alturas del colegio. Se notaban que eran de este país, aunque tanto Nicky como Cami no lo eran. Ambas se habían criado juntas en Latinoamérica, y como Nicole se había metido en problemas con su otro orfanato, decidieron mandarle a uno que se encontraba en Long Island, New York. Cami pidió a sus padres que fueran por igual, ya que no quería dejar a su mejor amiga sola. ¿Quién dijo que las almas gemelas tenían que ser personas que se enamorasen? Ambas eran almas gemelas y se complementaban, y eso hacía que fueran mejores amigas por igual.

Los semidioses observaban con atención a ambas chicas, dándose cuenta del pequeño acento que llevaban consigo. Uno que otro pensaba que eran muy bellas, de facciones delicadas pero hermosas. Se preguntaban si eran exactamente ellas las que el centauro les mandó a buscar, pero decidieron averiguarlo con el paso del tiempo. No iban a saltar de repente para decirles que eran semidiosas, ya que ambas podrían acusarle de locos y mandarles a encerrar en un manicomio. Una gran pena, porque lo que estaba por pasar aquel día no les iba a ser agradable.

Narra Nicky.

Después de cada presentación la curiosidad me mató, ya que yo era el gato.

"Iugh, ¿no podías tomar otra comparación?" se quejaba una voz completamente diferente a lo que era mi conciencia, lo que decidí ignorar.

-Y... ¿Por qué vinieron a este instituto? –ladeando la cabeza como cachorro que ve algo que no entiende, me dispuse a mirar a cada uno de ellos a los ojos. El silencio nos invadió y ellos se miraron entre sí algo nerviosos. Jum, aquí hay algo raro.

-Bu...bueno... -tartamudeó Percy, el cual llevaba su mano hacia su nuca mientras la rascaba con nerviosismo. Fruncí el ceño y me crucé de brazos en espera de alguna respuesta.

Jason les interrumpió. –Todos somos amigos y nos mudamos con nuestras familias por este sector. –dijo con confianza aquel rubio de ojos azules.- Y como el colegio nos queda cerca... Henos aquí. –terminó su relato, el cual creí. Bueno, no mucho.

-Ahh... Vale. –dijo Cami en un intento de cambiar de tema, ya que les veía algo incomodos con aquello.

Como dicen, les salvó la campana. Pero yo no me iba a detener ahí.

-Bueno chicos tengo la terrible clase de biología con la maestra Finn. ¿Alguien viene conmigo? –pregunté esperanzada de no quedarme sola en aquel completo aburrimiento.

-Yo también. –dijeron tanto Nico como Jason al unísono, algo que hizo que sonriera con alivio.

-Yo tengo artes. –murmuraba el de ojos iguales al mar con una mueca en sus labios.

-Yo tengo matemáticas. -dijo sin una pizca de emoción. A nadie les gusta resolver problemas complejos de las matemáticas, ¿o sí?

-¡Yo tengo matemáticas también! –mencionaba emocionado el duende latino, haciendo que la expresión de Cami cambiara por completo. Mmm... Aquí hay algo extraño.

Me adelanté, porque ya estábamos bien tarde, y me dispuse a dirigirles.

-Bueno, bueno. ¿Y qué esperamos? –empecé a apurarnos. Cada uno se fue con su pareja hacia su clase. Yo me fui tanto con Percy como con Nico. El ambiente era algo tenso, y yo no entendía el por qué.

Y así pasó el resto del día. Clases por aquí, clases por allá. No les voy a aburrir con detalles insignificantes.

~~~ Ya en salida ~~~

No solo una semidiosa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora