Capitulo 9.

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Youngjae.

Estábamos en frente de todos cuando el brazo de Jaebeom estaba en mi cintura, pero no le daba importancia, me encantaba que se tomara la libertad de agarrarme en frente de todos, que no sentía vergüenza alguna de estar así, que me amaba lo suficiente para hacer entender a otros que estábamos juntos, sin importar lo que digan los demás.

Pero siempre había personas que nos juzgarían y eso no podía pararlos, no podía hacer nada contra ellos.

-Gays -dijo uno que pasó a nuestro lado. Me tensé de inmediato.

-¿Qué carajo te pasa? -le dijo Jaebeom, enfrentando al chico. Suspire.

-Mejor dicho, ¿qué les pasa a ustedes? Enfermos de mierda...

Joder, ser gay no era una enfermedad, era una manera de elegir a amar a alguien; encima, ni Jaebeom ni yo éramos gays, gay era estar enamorado de todos los chicos, a mí solo me gustaba Jaebeom y estaba seguro que Jaebeom me amaba de la misma manera.

Antes de poder decir o hacer algo, Jaebeom se le abalanzo al chico dándole un golpe en la cara pero el chico no se quedó atrás y se lo devolvió. No iba a dejar que le pegaran a mi chico, oh, claro que no.

Me puse en medio de Jaebeom y el chico y cuando vi que me iba a atacar, le di una patada en el estomago.

-Enfermedad es lo que tienes tu, homofóbico de mierda -murmuré y agarré de la mano a Jaebeom para volver adentro del edificio.

Joder, esto no estaba bien. No me gustaba pelear pero no iba a dejar que le pegaran a Jaebeom, no iba a permitir que le bajen la moral por amar a alguien. Esto no estaba nada bien.

-Youngjae -me llamó Jaebeom cuando andábamos en el elevador, gire para verlo, su labio estaba sangrando y tenía un moretón en el ojo. Joder, no me gustaba verlo así. Examine sus miradas más de cerca, los ojos de Jaebeom me miraban mientras no decíamos nada. Mis manos acariciaba su cara buscando más moretones para sanar pero no había nada más.

Jaebeom se acercó para besarme, fue un beso corto y suave, sus labios nunca dejaban de hacerme sentir como en el cielo. No me cansaba nunca de sus besos, sean cortos, largos, no me podía cansar de ellos, no me podía cansar de Jaebeom.

-No quiero que pelees más -le pedí mientras ponía mis manos en su cuello y las iba subiendo a su cabello enredándolas con mis dedos y acerque su cara a la mía para darle otro beso.

-Por lo nuestro, pelearía con el mundo entero -dijo antes de que nuestros labios se tocaran pero ahora con mayor intensidad. Fui retrocediendo hasta tocar la pared del elevador donde Jaebeom me presionaba entre él y su cuerpo para que no separe sus labios de los míos. Cuando su lengua toco la mía, ya me sentía excitado. No podía controlarlo, me volvía loco. Él me tenía loco, esta locura me iba a matar, estaba seguro.

Sus manos estaban en mi cadera mientras me apretaba más contra él y sentía cada parte de su cuerpo pegado al mío. Su respiración se volvía más rápido y podía sentir su corazón latiendo a mil por hora a través de su pecho.

-Jaebeom -gemí cuando mordió mi labio y sus brazos acabaron en mi espalda, acariciando desde los omóplatos hasta la parte baja de ella, mandándome unos escalofríos que me hacían apretarme más a él.

-Me tienes loco -susurró. Antes de poder hacer algo, las puertas del elevador se separaron y tuvimos que salir a la fuerza, esperaba que la vecina de Jaebeom ya se hubiera ido, deseaba que ya no estuviera. Capaz no pasara nada esta noche con él, pero al menos quería tener mi intimidad con mi... ¿qué era Jaebeom? ¿Novio? ¿Amigo con derecho a roce? Tenía que aclararlo y pronto.

Jaebeom abrió la puerta del departamento, como no escuchamos la ducha, suponíamos que Seungwan se había ido, Jaebeom fue a comprobar mientras yo iba a la cocina para buscar hielo para los moretones de Jaebeom.

-No hay nadie -dijo, acto seguido, me abrazo por detrás y me besó el cuello. Suspire, esto estaba tan bien... me sentía tan perfectamente bien a su lado, realmente adoraba estar así, en sus brazos. Deje caer mi cabeza en su hombro mientras él seguía atacando mi cuello. Sus manos estaban en mi estomago pero iban bajando poco a poco, llegando a la parte de mis pantalones, rozando su mano apenas con esa parte a través de la ropa. Con un solo toque, me estaba volviendo loco. Tenía que parar, tenía que curarlo...

-Espera -susurré mientras giraba, ya tenía el hielo en la mano. Frunció el ceño cuando vio que se lo ponía en el ojo lentamente-. Quiero curarte.

-Youngjae...

-Y quiero ir más despacio, ¿ok? Quiero que comencemos de nuevo, quiero que seamos una pareja normal, somos una pareja normal, nos amamos como cualquiera, ¿no es así? Eres lo que más amo, Jaebeom, quiero disfrutarte toda mi vida y ya tendremos los demás días para que me hagas tuyo, pero hoy solo quiero acostarme en el salón a tu lado, ver una película y besarte hasta quedarme dormido -pare. Ya había dicho lo principal.

Jaebeom tenía una media sonrisa en su cara.

-Eres tonto -murmuró mientras me robaba un beso-, idiota, estúpido... pero así me haces feliz, Youngjae.

-Me hace bien hacerte feliz, mi amor -murmuré mientras rozaba sus labios con los míos, sonrió a centímetros de mis labios.

-Sé mi novio, Youngjae, no quiero decir que eres mi pareja. Quiero poder presentarte abiertamente como mi novio sin tener que ocultarme -dijo mientras sus manos me acorralaban contra la encimera.

Asentí mientras dejaba el hielo a un lado y saltaba a sus brazos, estaba tan enamorado de Jaebeom, estaba tan loco de amor por aquel chico con cabello de colores que me encantaba. Claro iba a aceptar ser su novio, no lo dudaría ni un minuto.

-Si, mi amor -murmuré a centímetros de sus labios. Sonrió. La manera en que sonrió me hizo entender que lo había hecho la persona más feliz, la manera en que sus ojos me miraban, con tanto brillo, con tanto amor, no me quedó duda... eran mejores que las palabras.

i know places [2jae] × libro #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora