🎤📻 FINAL ☕🍵

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Yoongi llegaba ya al parque cercano a Serendipia, pero a regañadientes y en una pelea constante con su propia mente.

"¿Acaso no te das cuenta de que te ha estado engañando todo este tiempo? Le coqueteó a ese muchacho en tus narices y se hizo al que no te conocía cuando su novio lo golpeó. ¿Cuánto más bajo puedes caer?" le decía una parte de su cabeza.

"Debes escuchar lo que tiene que decirte. Es probable que en realidad sí haya sido un malentendido. Dale el beneficio de la duda" le decía la otra parte.

Y entre una cosa y otra, su cabeza estaba hecha un lío y un fuerte dolor lo estaba empezando a poner de peor humor.

Sin duda Jimin le gustaba y mucho. Aún recordaba la primera vez que lo había visto. Desde hace tiempo había escuchado hablar del café Serendipia y su fama de buena atención y deliciosa pastelería, así que una tarde decidió visitarlo a manera de preparar sus programas de la siguiente semana acompañado de un buen café y un relajado ambiente.

Con libreta en mano, entró en el gran y acogedor establecimiento, buscó una mesa cerca de los grandes ventanales que daban al vistoso jardín que rodeaba el café y enseguida lo atendió un mesero muy amable. Tomó su pedido de Americano helado y se lo llevó a quien se ganó toda su atención desde ese momento.

El muchacho rubio y sonriente que estaba detrás de la barra preparando café y otros pedidos tenía una elegancia infinita de pies a cabeza. Su simpatía lo hacía tan atrayente a los sentidos, pues sonreía, hablaba y bromeaba con el otro muchacho que preparaba café a su lado. Con cada sonrisa, sus ojos se volvían unas media lunas brillantes y sus dientes eran como las estrellas blancas que las adornaban.

Yoongi nunca se había sentido así con nadie... por lo menos no últimamente. Por eso volvió una y otra vez al café. Cada tarde, sentado a la misma mesa esperando ver a quien luego se enteraría que era el mismísimo dueño del café. Eso le daba puntos extras por modesto, pensó.

Ahora, sentado frente al café, pensaba que las cosas entre ellos se habían desarrollado de una manera demasiado hermosa como para ser verdad. Debería haberle hecho caso a su presentimiento... nunca nada podría ser tan perfecto.

En esa semana que había pasado, lo había llegado a conocer mucho más y le gustaba mucho más también. Pero todo se había derrumbado tan rápido. Ni siquiera le había dado tiempo a acostumbrarse a sus mensajes y llamadas. Su curiosidad lo hizo ir hasta ese encuentro para saber qué había ocurrido en realidad o para descubrir si de verdad Jimin era un patán.

El sol estaba pronto a esconderse y le daba un tono cálido al café visto desde afuera. Yoongi se acercó a una de las bancas solitarias del parque, la que mejor vista tenía del café, cuando notó un sobre encima de ella.

Lo vio mejor y notó que tenía su nombre escrito con una caligrafía muy elegante. Abrió el sobre y sacó de él lo que parecía una invitación escrita con la misma caligrafía.

"Estás cordialmente invitado a participar de Serendipia FM, café radio. Hoy, a las 6 de la tarde, en el café Serendipia. No faltes, por favor"

¿Qué demonios era eso? Si antes ya estaba curioso con todo, ahora Yoongi no pudo aguantar a que fuese hora y se encaminó al lugar.

Al entrar le pareció demasiado extraño que no hubiese absolutamente ningún cliente dentro. ¿Acaso era un evento exclusivo eso del café radio? ¿Estaba muy temprano tal vez?

Entró también buscando con la mirada a algún mesero, pero el lugar estaba vacío completamente. Estaba por volver a salir porque tal vez era intruso en ese momento, pero de repente empezó a sonar una canción de jazz de fondo. Una voz que él conocía empezó a hablar por los parlantes.

Cool FM DJ ShupDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora