Cool FM DJ ShupD

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Namjoon bajó del tren en la estación más cercana al café como cada día, pero esa mañana se había levantado temprano porque le dieron ganas de ir a ayudar a Jin y Hoseok con las entregas de fruta y vegetales.

No sabía por qué, pero quería seguir el consejo de Jimin y conocer mejor a su compañero. Namjoon no tenía prejuicios ni era cerrado de mente, por lo que no se consideraba ni heterosexual ni homosexual. Sin embargo, desde hace un tiempo notó que algo dentro de él se movía curiosamente cada vez que veía a Jin sonrojarse por algo que él había dicho o hecho.

Caminó las calles que le separaban del café y llegó justamente cuando el camión repartidor bajaba las cajas con productos. Se apresuró a ayudar a Jin con una de las cajas que ya estaba en sus manos.

-Deja que te ayudo –le dijo desde atrás con su voz grave haciéndolo sobresaltar y caer la caja con naranjas al suelo.

Jin sólo lo miró asustado. Namjoon nunca llegaba al café a esas horas. ¿Qué estaba haciendo ahí?

-Oh... yo lo siento- empezó a decir el causante de ese accidente y se agachó a recoger la caja que había caído, justamente cuando Jin también se agachaba...

"¡Toc!"

Ambas cabezas chocaron con algo de rudeza. Jin y Namjoon se llevaron las manos a la frente, intentando que no se les salieran las ideas por la nariz y que el mareo pasase.

Jin no pudo evitarlo y corrió dentro del café dejando todo atrás... incluido Namjoon, quien lo miraba sin poder detenerlo.

"Torpeza en su máxima expresión, Namjoon. ¿Cuándo cambiarás?" se dijo a sí mismo levantando la caja de naranjas y caminando hacia el café.

Dentro del baño de personal, Jin se miraba en el espejo el golpe en la frente que sin duda pronto se convertiría en un chichón. Tal vez Namjoon había tenido algo de culpa del accidente, pero... Jin sentía más culpa por ser un cobarde.

¿Por qué podía ser tan amable y gracioso con todas las personas de este mundo menos con el que le robaba todos los suspiros?

Respiró profundo y tras mojarse un poco el lugar del golpe, volvió a verse en el espejo. Esa situación tenía que acabar ese mismo día. No podía ser que la timidez que sentía al estar con él arruinara lo que podría ser una hermosa relación... aunque sea de amistad. Se prometió cambiar desde ese momento.

Salió del baño y vio cómo Namjoon ya estaba preparando las máquinas de café con su uniforme ya puesto. Salió rápidamente a ver al camión repartidor, pero éste ya se había ido.

Entró nuevamente y se acercó a Namjoon.

-¿Tú... tú le pagaste al repartidor? –dijo despacito.

-Ah, sí... Hobi me pasó el dinero y yo se lo di. También metí lo que quedaba de las cajas a la cocina. Hobi está arreglando todo adentro –Namjoon sonrió intentando que el incómodo momento pasara.

Jin sólo asintió con la cabeza, pero hizo un esfuerzo muy grande por no bajar la mirada.

-Oye... siento lo que pasó afuera –empezó a disculparse Namjoon -¿Te encuentras bien? ¿te duele la cabeza?

-No... aunque saldrá un chinchón sin duda –esbozó una tímida sonrisa haciendo que Namjoon también riera. ¡Era un avance!

-Bueno, yo terminé acá... ¿Quieres que te ayude en algo ahí adentro? –preguntó Namjoon.

Al mayor se le ocurrió una gran idea. Sin decir nada, tomó a Namjoon de la muñeca y lo dirigió hacia la cocina. Ahí tomó algunas naranjas y las señaló.

-¿Podrías hacer un poco de jugo para el desayuno del jefe? –sugirió intentando sonreír un poco más.

-Sí... eso creo –respondió Namjoon tomando una naranja y un cuchillo, pero de una manera algo extraña. Un movimiento en falso y Namjoon se quedaría sin dedo.

En un acto reflejo, Jin se puso detrás de Namjoon y tomó sus manos con las suyas guiando los movimientos que debía hacer.

-Mira... es mejor así –le demostró moviendo las manos juntas de ambos hasta terminar de cortar la naranja de forma fácil.

Jin se dio cuenta de la posición en la que se encontraban, cuando Hoseok salió de su cuartito del horno con una bandeja y los miró a ambos con una sonrisa pícara.

Jin se separó enseguida y preparó la zumidora conectándola a la corriente. Pero más parecía que quien recibía electricidad era él, por lo rojas que estaban sus mejillas, tanto como un foquito de navidad.

Namjoon también se sonrojó un poco, pero siguió cortando las naranjas para hacer el jugo.

-¡Buenos días, tortolitos! –saludó Hoseok aunque ya los había saludado a ambos previamente –un día perfecto para el amor, ¿no creen? Rió dejando la bandeja cerca de la barra.

Jin y Namjoon se miraron y no dijeron nada.

-¿Sabían que me enamoré? –siguió hablando el pastelero apoyándose en el mesón y sonriendo a la nada.

-¿De quién? ¿Qué pasó? –Namjoon preguntó curioso, terminando de cortar las naranjas.

-La pastelera que hace los mejores croissants y pastelillos de fresa y chocolate en Mary's... es hermosa –dijo Hoseok con corazoncitos en los ojos.

-Pero Hobi... ¿no vendría a ser ella nuestra competencia directa? –preguntó Jin empezando a exprimir las naranjas en la máquina.

-Sí, además... ¿no era tu objetivo el mejorar sus recetas? –consultó Namjoon lavándose las manos.

-Lo sé –respondió Hobi un poco más serio –pero nada puede contra el amor, ¿verdad, pequeño? –le dijo a Soobin agarrándolo por el cuello de manera juguetona en cuanto entró.

-Díganle eso al jefe. Parece que anda enamorado porque acaba de chocar su auto en la parte delantera del café –rió Soobin soltándose del brazo de Hobi con facilidad.

Jin, Hoseok y Namjoon corrieron a la parte delantera del café y lo que pensaron que sería un desastre monumental, terminó siendo sólo un raspón en la puerta del auto de Jimin contra el letrero exterior del café.

Jimin se reía dentro de su auto. Sin duda que el amor se sentía en el aire de ese café. 

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Qué lindo es estar enamorado, ¿verdad?

La ilusión de un nuevo amor lo llena todo. Hay que disfrutarlo mientras dure.