II

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Un carruaje imperial iba camino a encontrarse con el campamento del Emperador,  uno de los herederos, JiYong junto a su medio hermano y heredero por decreto del emperador,  MiNo, un joven apuesto y arrogante ataviado en tan suntuosas pieles, estaban por darles encuentro en el campamento dentro del territorio de los alemanes y marcomanos.

MiNo, de 30 años, impaciente así como apuesto, atlético y diestro en las artes marciales, miraba nervioso a JiYong de 28 años, tez trigueña y malditamente hermoso, quien desde una temprana edad, tenía pretendientes entre los mejores linajes; este estaba recostado al otro extremo del carruaje con aburrimiento y cansancio.

-¿Crees que este muriendo? ¿Por qué nos ha convocado acá en el campo de batalla? ¿Sabías que le han estado practicando cada noche una sangría? Al menos eso me han comunicado y si no estuviera agonizando, no nos hubiera llamado.

JiYong, perdiendo ya la paciencia contemplo a MiNo, su rostro carente de emoción alguna, mientras hablaba se podía ver el humo de vaho que salía de su boca.

-MiNo, hace 10 años que esta muriendo, desde que JinWoo nos dejó tan repentinamente.

Decía JiYong mirando sus suaves y blancas manos, y de vez en vez sonriendo y mirando a MiNo.

La belleza de JiYong simplemente se había resaltado al pasar de los años, ese aire de inocencia se volvió de arrogancia y superioridad. Ataviado en finas sedas y pieles así como lleno de joyas preciosas, los hermosos ojos de JiYong resplandecían en el color oro opaco de su traje y blancas pieles, su suave y sedoso cabello dorado agarrado por una diadema de oro y diamantes  hacia que resaltara el color de sus cabellos.

Mino lo miraba atraves de sus pestañas y sonrisa arrogante, sabia que el emperador tenia una debilidad por JiYong, aunque no estuviera mas JinWoo presente y el mismo emperador HyunSuk le diera el titulo de heredero a MiNo y lo reconociera, no quería decir que tenia el camino libre para convertirse en el siguiente emperador.

Aun tenia que convencer a su padre y hacer que JiYong lo apoyara, después de todos estos años JiYong seguía obedeciendo las ordenes de MiNo aunque en un tiempo le costo trabajo, sabia que muy dentro JiYong podía rebelarse ante él ahora que había quedado viudo no tenia por quién detenerse.

-Creo que padre esta vez lo anunciara, querido hermano. De una vez por todas me cederá el trono.

-Tal vez solo nos extraña, hermano.

Le decía JiYong con una leve sonrisa y jugueteando un ramillete de flores silvestres.
Sabia que MiNo ansiaba el trono del emperador. Así que lo miro cauteloso tratando de leer la expresión de MiNo.

-Y los senadores, ¿porque los llamo? Padre trae algo entre manos hermanito, créemelo.

-Bueno no saques conclusiones aun MiNo, después de dos semanas de viaje seguro que has estado pensando demasiado. Te hace falta descansar. Ya me duele la cabeza.

MiNo se sentó al lado de JiYong y se acerco a su rostro…

-Él a tomado una decisión, el me nombrara y una vez que lo haga lo primero que hare será honrarlo con juegos dignos de su majestad.

La mirada profunda con la que MiNo lo miraba, le hizo erizar la piel a JiYong, no le quedaba duda alguna que MiNo haría lo que fuera por el trono, y estaba dispuesto a hacerlo ya. Con una dulce sonrisa, JiYong lo miro por debajo de sus pestañas.

-Yo todo lo que hare será descansar  y relajarme.

De repente un golpeteo en el carruaje les aviso que habían llegado a su destino. MiNo salió y de inmediato el Ingeniero colonial al mando de la cuadrilla lo saludo hincando una rodilla en el suelo en un gesto de respeto.

Il Gladiatore. (Gtop)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora