Elegido ♕ YOONMIN

Capítulo 15: Dejándolo prendido de un hilo

Corriendo a través de los pasillos de rosales, Jimin se mantuvo en completa adrenalina gracias al calentamiento de su cuerpo, estirar sus patas le hizo sentir mucho mejor, su pelaje se movía contra el viento cuanto más corría. Frente a él, se encontraba una puerta de rejas casi cerrada, haciendo uso de su hocico logró abrirla, levantado sus orejas al captar un sonido, observando a su lado, vio a un lobo con pelaje castaño corriendo hacia donde se encontraba.

En su mayor parte asustado y sin saber que hacer, corrió a través de la puerta directo al bosque que solía visitar de pequeño, los árboles eran bajos y sus hojas eran de un verde oscuro, al ingresar, la humedad de las lluvias anteriores se hizo presente, volviendo más cálido su camino en medio del bosque.

Ciertamente, demasiado cálido, por poco insoportable. Sentía su piel, o en ese caso, su pelaje picar por algo a donde restregarse, pero rascarse tampoco estaría mal. Era como si su cuerpo, poco a poco, estuviera perdiendo sus energías o las ganas de escapar de ser perseguido, su patas empezaron a perder su fuerza mientras, Jimin no sabía muy bien lo que estaba pasando.

Al voltear hacia atrás, para asegurarse que el otro lobo estaba lo suficientemente lejos y poder hacer una parada, no paro en ese momento, no fue él quien lo hizo, con el cuerpo que había caído encima de él, le era imposible correr o levantarse. Apretado bajo el peso del otro animal, Jimin se mantuvo con sus orejas bajas a lado de su cabeza.

El lobo castaño se movió arriba de él, gruñendo en su nuca, petrificado cuando lo sintió hacerse hacia atrás todavía sin apartarse de encima de él, cuando realmente supo lo que estaba intentando hacer detrás, uso toda la fuerza que le quedaba, saltando hacia delante y en el proceso cambiando a su forma humana.

Golpeó contra el suelo, ensuciando su desnudo cuerpo con algo de tierra, con su cara en el piso, irguió sus espalda en el segundo que sintió unas manos sobre sus tobillos. Con miedo, de ser tomado de aquella manera, miró hacia atrás donde quien sea que lo estaba agarrando se encontraba.

Era YoonGi, tan desnudo como Jimin se encontraba, él era el lobo castaño que lo estaba persiguiendo, y también el que intentó montarlo. Volteandose sobre su espalda, obteniendo así la total atención del otro chico, su sorpresa no fue menos cuando los ojos rojos de YoonGi lo estudiaron.

"¿YoonGi?" Su voz fue la gota que derramó el vaso en el que el alfa se encontraba, todavía extracto en su lugar, sus ojos empezaron a cambiar a su color natural.

Un calambre en su pelvis, lo hizo doblarse en si mismo, buscando apaciguar la incomodidad que calentaba como si de una llama se tratase, que recorría todo su cuerpo a medida que pasaba el tiempo. Las manos de YoonGi se habían apartado de su cuerpo, como si pudiera sentir aquel fuego, y le quemara por igual.

"Omega. Mío" Lo dicho por YoonGi, sonó tan lejos y a la vez tan cerca, que Jimin no sabía si estaba soñando o sólo estaba con demasiada fiebre. Y la verdad fue lo que lo hizo entrar en razón.