-Hola Harry.- dije de una manera casi inaudible, no le miré nisiquiera a la cara.
-¿Qué tal estás?-me preguntó cabizbajo, aquello ninguno de los dos nos lo podíamos creer, después de lo que paso en Australia hacía unos meses ninguno de los dos habíamos intercambiado palabras.
-Supongo que bien.-sonreí levemente mirándolo, aunque fueron segundos ya que enseguida agaché la cabeza.- ¿Y tú qué tal?-le miré de reojo.
-También supongo que bien.-levantó la mirada y se quedó mirándome por unos segundos.
-¿Te puedo ayudar en algo?-mi lado borde estaba saliendo a la luz, aunque para que mentirnos, estaba claro que había venido por algo.
-Me dijo Blanca que vendrías hoy, y pensé que te gustaría dar una vuelta.-sacó una de sus manos del bolsillo, y se frotó el pelo.
-Me gustaría muchísimo poder dar una vuelta.- sonreí de una manera falsa.-Pero hace nada hemos venido, y tenemos que colocar las cosas, no me voy a ir de brazos cruzados, y dejarlos a ellos con todo este lío.- me giré y mire al salón. Para mi mala suerte mi hermano apareció tras de mí y se acercó a observar quién estaba al otro lado de la puerta.
-Abril.- estiró de mi chaqueta de lana, varias veces al ver que Harry nos estaba mirando sin entender muy bien.-Es uno de los chicos esos que te gustan.- habló sin intención de susurrarlo, Harry rió y yo le miré mal, aunque que más daba, él sabía mejor que nadie, que me gustaban.
-Harry mi hermano pequeño Samuel, tú Samuel, ya sabes quién es.-le froté el pelo a mi hermano dulcemente, Samuel se quejó por ello, lo que hizo que Harry riera.-¿Quieres algo Samuel?-mi hermano apartó mi mano bruscamente.
-Dice mamá que puedes ir a dar una vuelta por el barrio, pero que no te vayas muy lejos.-puse los ojos en blanco y miré a Harry quién me observaba con una ceja levantada, cuando me giré para contestarle a mi hermana, vi que este ya no estaba a mí lado, aquello lo odiaba a muerte.
Siempre desaparecia en los momentos menos indicados, y aparecia también en los menos indicados.
-Supongo que si que podemos ir a dar uma vuelta.-dije no muy convencida de aquello, en cierta parte no quería.
Dejé que pasará Harry a casa y rápidamente subí a mi habitación y cogí una chaqueta más ya que hacía un poco de frío fuera y una bufanda, y mientras bajaba las escaleras, me coloqué bien las prendas, y le hice señas a Harry quien se encontraba mirando el salón, para que se dirigiera a la puerta dónde le estaba esperando con esta abierta, el chico de rizos se puso bien el gorro que llevaba y ambos salimos, cerré la puerta a mis espaldas, y seguí a Harry quien ya había cogido caminillo.
-¿Qué tal acabaron los exámenes?-me preguntó metiendo ambas de sus manos en los bolsillos de sus jeans, como habia hecho antes.
-Con mucho esfuerzo conseguí aprobarlos todos.-sonreí orgullosa por mi última nota en el exámen.
-¿Ya te has matriculado en un instituto aquí?-me preguntó mirando al frente.
-Sí, hace unos días los padres de Blanca y los míos estuvieron mirando institutos, y al final nos matriculamos en uno que no esta muy lejos de aquí, ahora no me acuerdo de su nombre.-chasquee la lengua, pero no conseguí acordarme del nombre del instituto.-La cuestión es que cuando Blanca vino hace unas semanas, enseguida fueron al instituto, yo seguramente tenga que ir mañana para recoger mi horario y esas cosas.-Harry estuvo todo el tiempo mirándome atentamente, pero cuando acabé de hablar aparto la mirada hacia el frente.
-¿Estás haciendo el bachillerato científico?-me miró por el rabillo del ojo, asenti.
-¿Irás a pasar las navidades con tu familia a Holmes Chapel?-pregunté acordándome de lo qué me habia dicho la ultima noche estuvimos juntos en la playa.
-Es más que obvio, llevó muchísimo sin verlos, los he acabado echando de menos.-rió acordándose seguramente de su madre y de Gemma.-¿Y tú que harás?-me pregunto como yo acaba de hacer.
-Serán las primeras navidades que no pase con mis abuelos, pasaremos la noche buena en casa cenando solamente nosotros cuatro y el resto de navidades me preparare las cosas para el instituto, y para celebrar año nuevo cenaremos con la familia de Blanca, como llevamos haciendo unos cuantos años.- le conté mis planes, fue entonces cuando todo se quedó en silencio, y era de lo más incómodo.
-No te he pedido que vinieras para esto exactamente.-me giré para poder mirarlo mucho mejor.
-Lo suponía.-susurré mientras me paraba en seco, el sé paró también y se posicionó frente a mi.
Me miro tan atentamente, que hizo que mis mejillas se pusieran rojas, me levanté la manga y observe la hora que ponía en reloj.
-Creo y pienso que deberíamos de hablar de lo que paso.-me miró no muy convencido de sus palabras.
-Yo debería de irme ya, me estarán esperando.-intenté escaquearme, de aquella conversación.
-Tendremos que hablar sobre lo que pasó en algún momento.-insistió de nuevo Harry.
-No me apetece hablar de lo que sucedió, simplemente olvidemoslo.-le dije con no mucho entusiasmo, me di media vuelta y comencé a andar hacia casa. Harry cómo no hizo lo mismo que yo, poniéndose a mi lado no muy contesto con mi idea de olvidarlo.
-¿Y sí no quiero olvidarlo, Abril?-le miré asombrada por sus palabras, aquello no estaba pasando.
No contesté aquello, y el tampoco dijo nada más, ninguno de los dos dijimos nada, caminamos de nuevo a mi casa en silencio, hasta que una vez estuvimos en la puerta principal.
- ¿No vas a contestarme?-se dignó a decir seriamente, eso de no contetarle no le había gustado.
-Es demasiado precipitado.-Harry fruncío el ceño sin entender, puse los ojos en blanco y continúe hablando.-Tengo miedo.-susurré.
-¿Miedo de qué?-pregunto confuso.
-Miedo de enamorarme de tí demasiado rápido.-agache la cabeza una vez acabé de hablar.-Buenas noches Harry.-me incline y besé su mejilla levemente, después giré sobre mis talones y toqué la puerta dónde enseguida apareció mi padre, entré y después de mirar por última vez a Harry, cerré la puerta.
Me encontré sentado en el sillón a Samuel, quién estaba viendo un programa de televisión, y entré en la cocina a continuación para encontrar a mi madre sacando de bolsas comida, y a mi padre colocando la vajilla en los armarios, caminé hacia mi padre a quién ayude a colocar los vasos en el armario que me había señalado mi padre, y una vez les ayudé a ambos, y me serví un vaso de zumo de naranja el cual me lo bebí en unos cuatro tragos, subí a mi habitación mientras miraba los mensajes de whatsapp que me había enviado mi amiga Blanca, le contesté aun acordándome de Harry, y saque del armario un pijama de invierno rosita con ovejas, el cuál me lo puse en un abrir y cerrar de ojos, abrí las sábanas y me hundi en el colchón agotada por todo aquel follón y lío que había vivido en menos de doce horas, no tardé mucho más de veinte minutos en quedarme dormida.
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