Capitulo 8.

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-¡Abril vamos a perder el vuelo como no te des más prisa! .-chillo mi madre desde su habitación.

-Que te he dicho que ya va.-dije ocultando mi rosto en la almohada y suspirando.

-¡Mamá aun está en la cama durmiendo!.-oí como mi hermano decía desde la puerta de mi habitación.

-Que no estoy dormida, niño.-dije medio dormida. Hoy mi familia y yo, viajaríamos a Londres, después de estar más de dos meses casi impacientándome para que llegase este día el veinte de diciembre por fin había llegado, Solo quería y deseaba llegar ya allí y abrazar a Blanca, ya que ella ya hacia una semana que se había ido a Londres. Me senté de un salto en la orilla de la cama y mientras me recogía el pelo con una coleta mal hecha como siempre. Frote mis ojos y me levante para coger la ropa que ayer había escogido para ponerme hoy y que estaba encima de la maleta. Me pusé rápidamente la camiseta blanca de manga larga donde en el centro de esta ponia una frase en ingles, letras negras, a continuación me puse los leggins negro y después de coger la chaqueta de lana y la bufanda salí de mi habitación para ir al cuarto de baño y una vez allí cepillarme el pelo, el cual literalmente lo llevaba hecho mierda. Me quite la goma del pelo a regañadientes, y deshice la figura de la coleta con los dedos.

-Quieto.- pare a mi hermano que iba a entrar en el cuarto de baño, lo frene cogiéndolo de la cabeza y lo eche hacia atrás.- Primero yo.-dije a la vez que entraba dentro y echaba el pestillo.  Me eche como cuatro kilos de colonia, y me cepille el pelo como mínimo tres veces antes de salir e ir a la cocina a desayunar. Cogí el café que mi madre me acababa de poner frente a mí y cuando me lo lleve a los labios para beber el primer sorbo mi madre hablo.

-Bébetelo rápido.- se movió de allí para allá por toda la cocina, haciendo que mis nervios y los de mi padre que también estaba allí se agotaras por momentos.

-Cariño, relájate.-dijo mi padre dejando el periódico sobre la mesa y levantándose. Yo asentí, y mire a mi madre como frenaba y movía la pierna impacientándose.- Voy a meter ya las maletas en el taxi.-beso la mejilla de mi madre y desapareció por la puerta de la cocina.

-Samuel, ven ya aquí.-le chille antes de terminar mi café de un trago.- Voy a bajar las persianas de toda la casa.- salí de la cocina rápidamente y como bien le había dicho a mi madre, deje enseguida la casa a oscuras.

-Vamos hija.-me empujo hacia la puerta mi madre, antes de meter la llave en la cerradura y echar la llave.

Puse los auriculares en mis oídos una vez estuve sentada en el asiento trasero del taxi, y eche la cabeza para atrás para intentar relajarme, pero me resultaría de los más difícil ya que tenia a mi hermano al lado jugando con una de sus tantas maquinas de video juegos, haciendo movimientos bruscos y así molestándome. Cerré los ojos con la intención de olvidarlo y me centre en la música que llevaba a mis oídos.

-¡Muere, muere, muere!.-escuche decir a mi hermano e inmediatamente abrí los ojos. Le di una colleja como pude por lo estrecho que resultaba estar en un taxi pequeño y abrí la puerta cuando vi que estábamos en el aeropuerto. Estire los brazos y las piernas una vez toque el duro asfalto.

-Abril, no te entretengas, llegaremos tarde.-puse los ojos en blanco mientras cogía mi maleta que segundos antes mi padre me estaba entregando y camine junto a él hasta entrar en el gran aeropuerto. – Ven no te separes de mi.-susurro mi madre agarrando a mi hermano de la mano.

-Vamos cielo, nos espera un vuelo hacía Londres.-dijo mi padre pasando una de sus manos por mi cintura y abrazándome así. Caminamos hacia la puerta de embarque una vez facturamos las maletas y cuando me quise dar cuenta, en un abrir y cerrar de ojos ya estábamos dentro del avión y yo bien acomodada en mi asiento junto a mi padre. Hice lo mismo que cuando estuve en el taxi, y saque de mi chaqueta de lana, el móvil que ahora había puesto en modo vuelo, para el trayecto, junto con los auriculares y enseguida los puse de nuevo en mis oídos a la vez que echaba la cabeza hacia atrás cerrando los ojos, con la intención de intentar dormirme o simplemente relajarme como quería haber hecho en el taxi y que finalmente a los minutos había conseguido ya que mi hermano había dejado de incordiar. Le di al botón de “Play” y las canciones empezaron a reproducirse solas.

Half a Heart [Harry Styles]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora