Capítulo 6 ❘ Vacante

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A M E L I E


Hace una semana exactamente que la gran ciudad de Londres era mi hogar. Era bellísimo. Un sueño. La mayoría de la gente era muy agradable. Y libre. Sin embargo, era realmente abrumador el ritmo de vida que llevaban los londinenses, demasiado acelerado. Nada comparado al de Birmingham.

Hoy era lunes. Odiaba los lunes.

Como si fuera poco me encontraba absolutamente sola en esta gran casa. Mamá y Tía Molly decidieron hacer algunos cuantos trámites al centro de Londres. Al parecer nos quedaríamos un buen tiempo en la gran ciudad.

A pesar de todo, el día estaba perfecto. Allí afuera llovía torrencialmente. Lo que no me preocupaba, todo lo contrario.

Me acerque a la chimenea situada en el centro de la gran sala. No mentía cuando decía que esta casa era gigantesca.

Cogí un poco de madera seca para luego encenderla. Rápidamente el calor del fuego se propago por todo mi cuerpo, desapareciendo cualquier rastro de frió en el.

Inundada por el sonido de las chispas. El abrir de la cerradura, captó toda mi atención.

Ambas mujeres cruzaban el marco de la puerta.

-¡Que cansancio!. –exclamó mi querida madre, despojándose de su abrigo. Mientras que Tía Molly se deshacía de sus zapatos, bastante mojados.

-Al fin llegaron. –dije alegre. La verdad, no era de mi agrado permanecer sola por demasiado tiempo. –Si gustan, puedo preparar Té. –propuse amablemente.

-Eso suena bien. –aceptó con gusto Molly. Mi madre por su parte, solo asintió en mi dirección.

Y sin esperar demasiado. Me dirigí a la cocina.

Una vez allí, comencé inmediatamente con mi tarea.

Mientras esperaba por la ebullición del agua, me aproxime donde yacían guardadas las tazas, cogí tres y las acomode sobre el mesón. Esto no tardaría mucho.

-Amelie. –llamó mi madre, haciéndose presente en la escena. Por acto de reflejo me gire. Con la mirada, demandando que prosiguiera. –Olivia se encuentra al teléfono. –dijo. –Dice que es importante. –explicó. Asentí.

-Está bien. –dije lentamente. Aun le faltaba unos cuantos minutos a la preparación del té. -¿Puedes terminar aquí?. –pedí, ladeando la cabeza en dirección al fogón.

-Claro. –actuó rápidamente, posicionándose en mi lugar anterior.

Seque mis manos antes de dirigirme nuevamente al salón.

Sinceramente, no pensé que Olivia llamaría. Me asegure de facilitarle mi dirección, pues sería mucho más fácil contactarse conmigo en caso que surgiera algo.

En cuanto estuve a algunos centímetros, me apodere del aparato.

-¿Hola?. –conteste. -¿Liv?. –la llame por su apodo.

-¡Amelie!. –se escuchaba energética.

reí, sabiendo que no podía verme. –No me esperaba tu llamado, ¿Cómo estás?. –pregunte. Mi vista se centró en la pequeña libreta a un costado del teléfono.

-De maravilla. –exclamó. –Aunque supongo que tú estarás mejor. –sonaba muy misteriosa.

-¿A qué te refieres?. –dije con total confusión.

-Bien. –pausó. –Espero que no consiguieras un empleo aun. –soltó una pequeña risita que pude oír con claridad. –Me acabo de enterar sobre un puesto vacante. –chilló felizmente.

FOR THE FIRST TIME || Finn ShelbyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora