。*:☆ Día 1O

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ੈ♡ Utilizando orejas de animales. ‧₊

DoYoung se cruzó de brazos y le dio la espalda a JungWoo, corriendo un poco las sábanas de la cama hacia su lado en el proceso. 

Realmente se arrepentía de todas la palabras lindas que solía decirle a su novio porque éste siempre, siempre, hallaba la manera de utilizarlas en su contra. ¡Había tenido que hacer tantas ridiculeces solo porque alguna vez, estando melosos, le dijo que haría lo que sea por él! ¡Mierda! Se refería a cosas imposibles y metafóricas que solo harían que JungWoo soltara un "aw", como bajarle la luna o llevarlo a las estrellas. ¡No a vestirse con cosas extrañas cada vez que al otro se le daba la gana! 

«Dijiste que harías cualquier cosa por mí. ¿Mentías?» Era la oración que el menor usaba todo el tiempo para conseguir lo que quería y no hubo vez en la que no funcionara. Excepto por esta porque DoYoung seguía haciendo oídos sordos a su petición y no daría el brazo a torcer.

Usó faldas, se pudo maquillaje, salió al supermercado en pijama, corrió de la policía por gritarles que eran unos bastardos, estuvo preso por una noche, faltó a las cenas de navidad de su familia e incluso participó en un musical, ¡todo porque JungWoo se lo pidió recordándole su promesa! 

Pero esto... ¡Esto era humillante! 

¡Jamás usaría orejas de conejo por voluntad propia! 

—DoYoung, hyung... —No lo miró. JungWoo hizo un puchero y batió las pestañas—. Cariño... —Sin resultados—. Mi amor, mi vida... Oppa... —musitó juguetón. A DoYoung lo recorrió un escalofrío y menos ganas tuvo de voltearse. El menor suspiró y siguió intentando—. Esposo, mi cielo... ¿Daddy?

—Eso definitivamente no —zanjó DoYoung, volteándose al fin. 

JungWoo sonrió. 

—¿Lo harás? 

—No. 

El menor pateó el aire arrugando las sábanas entre sus piernas y bufó de manera infantil, apartó la mirada e hizo un pronunciado puchero. Sus ojos brillaron un poco y se cruzó de brazos atrapando el par de cintillos con orejas de animal que llevaba entre ellos. 

—Siempre eres así, yo te doy en el gusto en todo, pero tú siempre te comportas así... —masculló.

DoYoung se sintió indignado por tal mentira, mas notó que JungWoo lucía algo afectado por su rotunda negativa. Al final, no pudo soportarlo más y su semblante rígido se relajó, dando un suspiro. 

Le arrebató bruscamente las orejas de conejo a JungWoo y las colocó sobre su cabeza. 

—¿Feliz? —dijo, mirando hacia otro lado—. Más te vale no sacar fotos o esto se acaba aquí y ahora —farfulló. 

—¡Oh, ven aquí, mi lindo conejito! —exclamó JungWoo abalanzándose hacia él para abrazarlo. Una vez lo tuvo entre sus brazos, besó cada parte de su rostro y picoteó sus labios entre risas del mayor—. ¡Eres el novio conejo más adorable del mundo! —dijo y lo besó durante unos largos segundos. 

Cuando se separaron, por más que quiso resistirse, DoYoung sonrió y sus orejas, las reales, enrojecieron. A fin de cuentas, cualquier cosa valía la pena por ver a su novio así de contento.

—Ahora, ¿qué tal si este lindo conejito brinca sobre mí? —propuso JungWoo con el mismo tono contento que usó antes.

La sonrisa de DoYoung se borró.

30 DAYS 愛 DOWOODonde viven las historias. Descúbrelo ahora