Cap 02

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En la sala de espera los nervios me invaden, me pongo la capucha ya que el aire acondicionado está muy fuerte y se siente un viento helado chocar con mi nuca.

Falta unos minutos para empezar a abordar, hay demasiadas personas, familias, personas que al parecer viajan solas y extranjeros.

Me pongo los audífonos para distraerme un poco al escuchar música mientras espero, un poco de Avici ayuda a relajarme, aunque suene loco.

Siento que alguien se sienta a mi lado, observo de reojo y me doy cuenta que es una chica que parece tener mi edad, tiene unos jeans ajustados que parece que le corta la circulación de sus piernas y un polo pequeño que deja ver su ombligo ¿No le da frio? En serio que algunas chicas parecen locas al vestirse así, y sin contar que lleva un kilo de maquillaje encima.

La chica se da cuenta que la estoy analizando y me volteo como si nada y disfrutando mi música.

Una aeromoza llama a que empecemos a abordar, me levanto y me aseguro que tengo los pasajes, ni loca debo perderlo porque a costado caro.

-Oye- una voz femenina se escucha desde atrás, siento que me tocan el hombro y me volteo para encontrarme con la misma chica que estaba sentada a mi lado- Hola, me llamo Lydia- me muestra una sonrisa de oreja a oreja.

Oh no, ya sé lo que pasa, está coqueteando, no es la primera vez que una chica piensa que soy un chico, está bien, acepto que no tengo grandes atributos, pero ¿En serio? ¿En ver mi cara no parece que soy chica? No tengo una nariz fina, tampoco labios carnosos, y nunca en mi vida me he depilado el bigote o maquillarme. Nunca me depilaría, eso suena a tortura, además no se nota mucho ¿Y maquillarme? Eso nunca, no quiero parecer otra persona, esa cosa te cambia la cara por completo.

La chica espera impaciente a mi respuesta, pero lo único que hago es sonreírle de costado y voltearme, en realidad no me interesa hablarle ni que descubra que soy mujer. Me ha pasado que una vez una chica me ha estado coqueteando y cuando le dije que era una chica empezó a insultarme diciéndome que yo era la que le coqueteaba y que era lesbiana.

La fila empieza a avanzar y lamentablemente es mi turno, le entrego mi boleto a la chica que está recibiendo con una enorme sonrisa- Disfrute su vuelo Rick- dice con voz angelical antes de que empiece a caminar por la manguera que conecta con el artefacto del mal con alas.

Llego hacia la entrada del avión, dos aeromozas y el piloto saludan a todos que entran, asiento con la cabeza en muestra de saludo y me dirijo a mi sitio, es 14 A.

Con mis ojos busco el lugar y llego, no hay nadie aun sentado en la fila de asientos, me siento en mi lugar que es al lado de la ventana, perfecto, justo en la ventana, para que vea cuando estemos cayendo directo a la muerte. Gracias hermanito, sabes que le tengo miedo a los aviones y me pones en el peor lugar.

Todas las personas empiezan a caminar en dirección a sus asientos pasando de largo los que tengo al lado, mucho mejor, prefiero estar sola torturándome a mí misma.

Y como si la vida estuviera en mí contra la misma chica de antes ¿Leyla? ¿Ladia? No me acuerdo su nombre, esa misma chica aparece y camina directo hacia los asientos a mi lado- ¡Oh! ¡Nos tocó juntos!- me sonríe, no digo nada, apago mi celular, porque si no lo hago el avión se caerá, y si se cae moriré y si muero no podre ir a la universidad ¡Ay Dios! ¡¿Los demás pasajeros ya lo abran apagado?! ¡Puede ser que no lo hayan hecho! ¡Por su culpa vamos a morir!

Inhalo y exhalo tratando de encontrar paz, agarro con fuerza mi poleron y cierro los ojos para poder concentrarme mejor.

-Así que te llamas Rick- la chica vuelve a hablar haciendo que pierda toda la concentración- Si no lo hubiera dicho la señorita al parecer nunca me lo ibas a decir.

Ricky •Terminada•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora