Cap 24

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Mirando a través de la ventana del taxi, el cielo se había vuelto gris, como si este día me recordara que todo lo que había hecho para conseguir lo que quiero fue en vano.

Ya me metí en la mente que no puedo hacer nada para solucionarlo, sabía que algún día pasaría pero igual lo intenté, solo llevo dos semanas en este lugar y siento como si hubiera pasado toda una vida.

El taxi me deja al frente del hotel donde se está hospedando mi hermano hasta mañana, espero que tenga compasión de mi persona, practiqué en todo el camino como le iba a decir la verdad, y espero que me escuche.

Subo hacia el piso donde queda su habitación y con el corazón latiéndome a mil toco la puerta, escucho unos pasos acercándose, la puerta se abre lentamente y detrás de ella aparece mi hermano, apenas me ve intenta cerrar la puerta pero la detengo.

-Por favor escúchame- suplico intentando mirarlo a los ojos.

-Estoy molesto contigo- intenta por segunda vez cerrar la puerta pero meto toda mi fuerza para que no lo haga, porque sé que si lo hace no tendré lugar para ir, me quedaré abandonada a mi suerte- No quiero verte.

-Eres mi hermano mayor y necesito a alguien en este momento- se me queda mirando por unos segundos y luego mira para abajo donde tengo mi maleta.

-¿Por qué trajiste tus cosas?- cuestiona abriendo por completo la puerta, veo detrás de él a una chica en su cama pero trato de no hacerle caso.

-Me expulsaron...- bajo la cabeza apenada.

Se cruza de brazos apoyándose en el marco de la puerta- ¿Y qué quieres que yo haga?

Siento mis ojos cristalizarse, creo que no tuve el coraje de hacerlo frente a los chicos y menos de Dorian, pero él es mi hermano- Quiero que por una vez me veas como tu hermanita menor y no como un chico más.

Y con eso bastó para que una lagrima saliera de mi ojo, escucho como la chica se levanta y camina hacia nosotros- ¿Qué está pasando?- se queda parada detrás de Miles- ¿Quién es ella?- levanto la mirada y aprovecho para limpiarme las lagrimas que dejaron húmedo mis mejillas- Será mejor que te vayas, estamos en algo muy importante aquí.


-En realidad no- interrumpe Miles volteando a verla- Ella es mi hermana y es mucho más importante que esto, así que no hables de esa forma, y si no estás feliz con ella aquí será mejor que te vayas- me quedo atónita, es la primera vez que habla de mi de esa forma, la chica también parece sorprendida, hace un puchero, recoge sus cosas y sale dándome un pequeño golpe en el hombro antes de desaparecer de nuestra vista.

Me da un espacio para que entre, el cuarto no es tan pequeño como pensaba, la cama es grande, hay una tele y una gran ventana que deja que entre luz, tomo asiento en la cama, Miles me ayuda a meter la maleta y suelto el llanto, creo que lo tenía muy comprimido que no me dejaba estar en paz.

-¿Me dirás por qué estas llorando?

Ahora no quiero hablar sobre todo lo que ha pasado, la universidad y sobre todo Easton, quiero llorar- A veces no tienes ganas de decir que estas mal, ni explicar qué te pasa. Solo quieres que alguien lo note y sin decir nada, te abrece fuerte.

Y así es como primera vez en mi vida Miles me jala hacia él, me envuelve en sus brazos y con suaves caricias en mi espalda espera a que deje de llorar, de desahogarme de todo lo que ha pasado ya que no me atrevía hacerlo.

Es la primera vez que necesito tanto a mi hermano como a una madre que me diga que no va a pasar nada. Pero no hay, pero aun así, tenerlo cerca sin reclamar nada y solo consolándome con un fuerte abrazo es lo mejor que puedo pedir.

Y así lloré por unos minutos hasta que ya no quedaban lágrimas por derramar, mi hermano en ningún momento me dejó de abrazar.

Me voy a lavar la cara, ya más tranquila soy capaz de entablar una conversación con él- Ya estoy mejor- me siento a su lado.

-Por fin, ya me parecía algo incomodo estar todo el tiempo abrazados- le doy un ligero golpe en el brazo mientras me rio.

-Te diré la verdad- se acomoda en el sitio- La verdad es que en la universidad me confundieron por un chico y me pusieron en una fraternidad de chicos sin querer, pero cuando fui hablar para que  el director solucione el problema me dijo que no había cupos en otras fraternidades de mujeres y que tenía dos opciones, irme a vivir a otro lado o fingir que era un chico hasta que haya cupo, y...

-Decidiste fingir ser un chico- termina por mí, asiento bajando la cabeza- ¿Por qué no me lo dijiste? Lo hubiera entendido.

-Yo sé que no- lo miro.

-Bueno sí, tal vez no te hubiera entendido, pero igual es malo mentir Ricky, no debiste hacerlo, soy tu hermano y tal vez hablando de esta manera me hubiera quedado claro sobre la universidad ¿Ahora qué dirá nuestro padre?

-No lo sé, no sé qué hacer, tengo miedo de decepcionarlo, perdí la beca.

-Hablaremos con papá, no te preocupes por eso, tal vez el año que viene puedas volver a postular- se levanta y camina hacia una pequeña mesa de noche y agarra su celular- Ahora debemos ocuparnos de ti.

-¿Qué haces?-cuestiono levantándome otra vez.

-Nos vamos a casa, estoy consiguiendo un boleto de avión para ti también.

-Gracias por perdonarme.

-No es nada, como dijiste eres mi hermanita y de vez en cuando debo tratarte como tal- presiona unos cuantos botones- Listo, mañana regresamos a casa en la tarde, así que no queda de otra que hoy pases la noche aquí- asiento.

-Gracias.

-Por cierto te queda muy bien ese corte de pelo y ese estilo de cejas, pareces una mujer.

-Oh gracias por notarlo.

Ricky •Terminada•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora