Capítulo 1

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Una semana había transcurrido desde aquella pequeña charla entre Stiles y Derek. Estos dos no se habían vuelto a hablar desde aquel día, pero a pesar de que la conversación había sido entre ellos dos ya toda la manada sabía lo que había ocurrido.

Cora tampoco hablaba con Stiles, había sido la única de la manada que había dejado de dirigirle la palabra y siempre evitaba compartir la misma habitación con él. El resto de la manada siempre evitaba sacar el tema de Derek cuando estaban con Stiles, nunca mencionaban su nombre cuando él estaba presente.

Toda la manada podía sentir la tristeza profunda en la que su alfa se encontraba, como si fuese algún tipo de conexión que hubiese entre él y sus betas, y afortunadamente desde la amenaza de Stiles no habían vuelto a recibir ningún ataque, ni de otras manadas ni de cazadores.

—Oye, Scott ¿Si iremos al centro comer...

—Lo siento, Stiles. —Respondió Scott interrumpiendo al castaño. —Cora nos dijo que su hermano solicitó una reunión de manada. 

—El hermano de Cora ¿Eh? —Preguntó con un ligero tono de sarcasmo en su voz. —Como si fuese muy difícil decir Derek. 

—Lamento no poder...

—Olvídalo. De todas maneas tampoco tenía ganas de ir. —Dijo de mala gana antes de darse la vuelta y comenzar a caminar lejos de su mejor amigo. Nunca se imaginó que lo que había pasado entre él y Derek iba a arruinar su amistad con el resto de la manada. Aunque eso aún no pasaba, esperaba que no fuese así. 

Scott finalmente llegaba a las afueras de la casa en el bosque de Derek, observando como ya toda la manada estaba ahí. 

—Por fin llegas, Scott ¿Por qué tardaste tanto? —Preguntó Cora con tono autoritario antes de cruzarse de brazos. 

—Lo siento, estaba hablando con Stiles... —Scott no pudo terminar su frase cuando sintió la mano de Cora sobre sus labios. 

—¿Eres estúpido? Derek está adentro y puede escucharnos. Ya saben que no deben decir ese nombre. 

—Vamos, Cora... tampoco es como que vamos a pretender que no existe, no tenemos cinco años. —Agregó Erica mientras acomodaba su rubio cabello y hacía una mueca. 

—Pues yo lo haré.

—¿Por qué? ¿Sólo porque él y tu hermano no terminaron bien? —Preguntó esta vez Malia. 

—Porque él lo utilizó. Se aprovechó de los sentimientos de Derek. Y su estúpida excusa es la semana en la que desapareció. 

—Cállate, Cora. —Intervino Scott frunciendo el ceño. —Tú no tienes ni idea de lo que Stiles pasó en esa semana. —Escupió sin limitarse y luego se dio cuenta de todas las miradas interrogantes que se posaron en él. —Ninguno de nosotros lo sabe, pero estoy seguro de que no fueron vacaciones. 

—No me importa lo que haya pasado en esa semana. Nunca le perdonaré lo que le hizo a Derek, y lo mejor es que olvide que Stiles existe porque si no lo hago entonces no podré contener la ganas de ir y estrangularlo hasta que...

—¡CORA! 

Cora cerró los ojos con fuerza al escuchar como la voz de su hermano mayor retumbó por todo el lugar. —¿Sí? —Preguntó dándose lentamente la vuelta y abriendo solo uno de sus ojos para ver a su hermano.

—No puedes obligar a Stiles a estar conmigo. No puedes obligar a una persona a amar a otra. —Dicho aquello terminó de salir de la casa de la preserva y cerró la puerta de la misma. —Así que no tienes que odiarlo. Ninguno de ustedes tiene que hacerlo. —Guardó silencio un par de minutos acercándose aún más a los miembros de su manada que estaba reunidos, sabiendo que todos estaban pensando en ese momento algo sobre Stiles. —Cora guiará el entrenamiento hoy. Escúchenla. Y recuerden que hay luna llena.

Aquellas fueron sus últimas palabras antes de abandonar a su manada y perderse entre los árboles, adentrándose aún más en el bosque, pues quería sentirse conectado con la naturaleza en ese momento. Mientras se alejaba todos pudieron sentir como el tema de Stiles aún lo afectaba, no solo por la forma en la que hablaba, sino porque su olor a tristeza era tan fuerte que no podía ocultarlo. Porque su conexión con sus betas permitían que ellos sintieran aquella emoción que en ese momento predominaba por completo. 

***

La noche ya había llegado, Derek podía observar como la luna llena iluminaba el bosque por completo y podía sentirse conectado con su lobo interior más que en cualquier otro día del mes. La noche le hacía bien, la soledad, pensar, la naturaleza y la paz del bosque... todo lo estaba ayudando a superar la situación por la que había vivido. Aunque aún el arrepentimiento y la culpa lo invadían cada que recordaba que todo fue su culpa, por el miedo a confesar sus sentimientos y por haber tratado tan mal a Stiles con la única intención de protegerlo. 

El sonido de unas pisadas lo alertó, por lo que se levantó del árbol en el que se encontraba recostado y pudo sentir como una persona se acercaba cada vez más a él. No estaba corriendo, no estaba apresurada, solamente estaba caminando, por lo que no se alarmó. 

—Hola.

—Hola. —Respondió Derek al extraño chico que estaba frente a él. 

—¿Tú eres Derek Hale? Luces como alguien que se llamaría Derek. 

—¿Quién pregunta? —Ahora sí se alarmó y tuvo que contener su instinto para que sus ojos no brillaran de rojo intenso, sin embargo sus sentidos estaban más que listos para atacar si era necesario. 

—Escuché que alguien muy poderoso con extraordinarios poderes amenazó a cualquier que se atreviera a atacar tu manada. Asumiendo que tú eres Derek... —Desvió por un segundo la mirada hacia la luna llena y luego la regresó hasta el pelinegro. —Porque la luna te hace apestar a hombre lobo. 

—¿Y que es lo que quieres? 

—Quisiera saber si esa persona que hizo la amenaza... tiene por nombre Stiles. 

Al escuchar aquel nombre los ojos de Derek no dudaron en brillar de rojo, revelando su status de alfa. Aquello no fue lo único que relevó, también sus colmillos, garras y forma lupina surgieron a la par que se acercaba con velocidad sobrehumana a su objetivo. Sin embargo, justo antes de llegar recibió el impacto de una bola de fuego que lo dejó tirado en el suelo y justo cuando intentó levantarse sintió como sus extremidades se enfriaban, pues una gran capa de hielo comenzaban a cubrirlas impidiendo que pudiera moverse. 

—Lamento que tú tengas que pagar por él... pero sólo eres un daño colateral. 

Missing Sparks 2 || SterekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora