El día era soleado, los pajarillos cantaban, y lo que despertó a ese príncipe dormilón no fue los toques de la puerta. Si no, que fueron los rayos de luz atravesar el gran ventanal pegando directamente en sus ojos
Ahí fue donde reaccionó, estaban toque y toque la puerta.
Se levanto sin importarle su apariencia abrio la puerta un poco adormilado alzando con trabajo su vista la persona frente a el
— Lamento interrumpir tu sueño pero, estamos por desayunar... quería ver si podíamos desayunar juntos y tal vez conocernos un poco más — Comento el Rey Agust parado frente a el con sus dos manos unidas por la parte trasera.
Necesitaba ganarse la confianza del pequeño y sabia perfectamente que el regalo de la noche anterior le saco una pequeña sonrisa aunque sea
--- Oh... Cla-claro... Déjeme me arreglo un poco y lo hacemos ¿Le parece?. Oh, también le agradezco por el regalo de anoche. --- Contesto con una voz algo ronca.Aún cuando estaba medio dormido noto que el Rey aún usaba esa tela que cubría la cara.
¿Que esconde? ¿Le da vergüenza? Oh ... Esto era raro pero no había ningún problema para él quizás en algún momento vería aquel rostro que tanta ansiedad le causaba por no poder ver.
— Bien, lo espero en el comedor ¿Le parece bien? — Aún no era momento de dejarle ver su rostro, no. Aun era muy pronto.
— Me parece bien, bueno.. m-me ire a a-arreglar — Le regalo una bonita sonrisa para cerrar la puerta con cautela.
Todo iba bien mientras se arreglaba, pero había olvidado un detalle ¿Dónde quedaba el comedor?
--- Ugh... Debiste preguntar Jimin ¿Dónde está tu cabeza? --- Susurro para regañarse a el mismo. Salió de su gran habitación, quizás podía preguntar a alguien donde quedaba el comedor, pero le daba pena.
Busco con la mirada a algún guardia para poder preguntar y por su suerte se encontró con uno.
Se via joven a simple vista, pero también algo duro y frio
— Mm D-Disculpe, una pregunta — Se acerco con algo de timidez, estaba avergonzado.
— ¿Digame? — Y como lo pensaba, voz fria y dura como si no le importara con quien estuviera hablando.
— ¿Sabe donde esta el comedor? — Se ánimo a preguntar.
--- Es como llegar al jardín, pero doblando hacia la izquierda. --- No dijo nada más.
--- Oh.. mu-muchas gracias.. --- Sonrío levemente y se dirigió dónde el chico le había indicado.
Se demoró unos minutos hasta llegar al comedor, hizo una leve reverencia al Rey mientras ingresaba completamente al gran comedor.
El salón era grande, tenía muchas pinturas y decoraciones que obviamente eran caras.
El sitio se veía algo tétrico por los pocos colores que había, sin embargo no le molestaba.
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DOPPELGANGER
FanfictionEl amor es lo único que somos capaces de percibir que trasciende las dimensiones del tiempo y del espacio.