This is not a love story.

6-La fiesta.

Me pongo una falda rosa anaranjado, una camiseta de tirantes blanca con letras negras que dicen Jack Daniels, mis preciadas Vans negras y una chaqueta de cuero negra con tachuelas en los hombros. Esta noche me siento malota.

Al contrario Em se ha puesto una falda negra con puntitos blancos, un jersey blanco corto de lana y unos taconazos blancos con los que me saca demasiada altura dado que soy más bajita.

Yo al principio quería ponerme unos baqueros y una sudadera roja pero Em y mi hermano me lo prohibieron.

Sí, habéis oido bien, mi hermano. Según él van a venir amigos suyos y no quiere que noten que su hermana melliza es una pardilla. Esque les ha hablado de mí (les ha dicho mentiras, fijo) y quiere que los conozca.

-¿Así mejor, Dylan?- bajo las escaleras y los cuatro chicos que ya están listos y montando la fiesta se me emboban.

-Sí, no está mal.

¿Qué no está mal? ¿Qué no está mal? Con lo que odio las faldas. Esque me da la sensación de que no llevo pantalones.

Empiezo a ayudar a montarlo un poco todo: dirijo al DJ a un rincón del porche donde hemos retirado todos los muebles y unido al salón quitando la cristalera corrediza haciendo una gran pista de baile. También he metido toda la comida en boles y puesto (con ayuda) los barriles de cerveza en el jardín. Accedí a usar la piscina así que también inflé unos cuantos flotadores de cuando era pequeña y pelotas de colorines. Abrí el minibar en el que un amigo de Dylan repartiría bebidas a cambio de dinero o de un buen polvo.

También acompañé a Logan a casa de Matt porque no iba a estar en la fiesta. Le hubiera llevado en coche pero siempre suspendo el puto examen, exactamente cinco veces y cuando lo he intentado con la supervisión de mis padres ha sido un desastre. Al contrario Dylan si que tiene y lo aprobó a la segunda, pero no le ha salido del culo llevar a Logan. Por otra parte el niño podía haber ido solo pero los padres de Matt son muy protectores y si lo ven sin acompañante se preocuparían demasiado.

Hice más cosas, entre ellas escupir a cada botella de alcohol que pillaba abierta solo por diversión, en una se me calló el chicle, ups, pero no pasa nada tengo un paquete entero.

Se abre la puerta mientras tengo otra botella en las manos y llega Tyler vestido con unos baqueros oscuros, una camiseta blanca ajustada que le marca los músculos, una chaqueta azúl muy oscuro tirando a negro y su típica chaqueta de cuero negra. Madre mia...

Todos los "malotes" (como se les suele llamar) llevan una chaqueta de cuero negra, es como su símbolo, a parte de la moto, claro.

Escupo en la botella miles de babas y me acerco a él.

-Wow, estás...con falda.

¿Pero que mierda de comentario es ese?

-Anda y yo que pensé que eras tonto- digo sarcástica- ¿quieres un poco?- le ofrezco la botella.

-No, seguro que la has envenenado o algo.

Casi...

-Pues me la bebo yo, solo era para ser maja.

Yo ODIO el alcohol, no le se beber. Me quema la garganta y empiezo a toser como una loca.

-Bueno vale, un sorbo.

Los malotes también se caracterizan por beber mucho. En general son bastante ilegales.

Le paso la botella y da un trago. Estoy reprimiendo una buena carcajada. Toma babas cabrón.

-¿A qué vienen esas ganas de hacer las paces?- dice con una sonrisa triunfante mientras se muerde el labio inferior y me mira con deseo.

-Solo quería que bebieras de botella- sonrío yo también.