7-Mi esclavo.

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Ya habrá pasado un mes o así desde aquella ridícula fiesta. Mi movil empezó a sonar con una ridícula canción de la serie de Patito Feo que me puso mi hermano Dylan para molestar y como soy muy baga no me apetecía cambiarla. Por favor, no me juzgueis.

-¿Sí?- dije con voz risueña.

La verdad son las cuatro de la tarde y aún no me había levantado dado el cansancio de la noche anterior en la que me dormí sobre las seis de la mañana releyéndome por sexta vez (no exagero) Divergente. Soy una gran fan, ¿quién no? Es tan ggdhdgd y Cuatro es tan perfecto, y Tris tan mona, y Christina tan bocazas, y Uriah tan gracioso, y Peter, Eric y Janine tan hijos de puta... Y Cuatro tan perfecto...

Vale me voy. El caso esque me he dormido muy tarde y yo si no duermo mis trece horitas (como Coque) no soy persona.

Me incorporé un poco de la cama y me estiré poniendo la postura más rara del mundo.

-Cariño- grita entusiasmada mi madre.

Lo que me faltaba.

-¿Qué pasa? Estaba haciendo los deberes- miento. Si se entera de que estaba durmiendo viene aquí desde Francia y me mata.

-Te he conseguido una sesión de fotos. ¿No es genial?- dice entusiasmada.

Otra cosa que se me olvidó contaros de mí: soy "modelo". Digo "modelo" porque no soy de esas de pasarela superfamosas ni nada de eso. Más bien salgo en algún catálogo de alguna tienda poco conocida. No os mentiré, el mundo de la moda me encanta y mi madre es modelo así que perfectamente me puede enchufar, pero no lo hace porque quiero triunfar por mímisma. Mi sueño es llegar a ser modelo de las que van por pasarelas. Que verguenza contar esto. Ah y mi representante siempre le cuenta los trabajos a mi madre antes que a mi, no se porqué.

-¿De donde?- pregunto, pero mi madre me ignora.

-Va a ser una sesión de fotos para la web. Su ropa por lo que he visto es de tu royo- no hay cosa más bochornosa que oir a tu madre intentando imitar tu jerga-. Te harán unas fotos en el campo con más chicas. Te pagarán seiscientos euros.

Dinerito ven a mí...

-¿Qué marca es?- repito.

-Pearl Yukiko. O asgo así.

Ni puta idea. Lo que os decía, marcas poco conocidas. Pero algo es algo.

-¿Y cuándo es?

-Esta tarde. A las cinco en punto. Te mando la dirección por mensaje. Por cierto ni yo ni papá te podemos llevar, pidele a Dylan el favor- obvio que no me pueden llevar, estan en países distintos.

De ahí sale mi organización y mi puntualidad.

-¿No me lo podías haber dicho antes?- me desespero.

-Se me olvidó. Bueno cariño te dejo que ahora tengo yo mi sesión. Besos chau- se despide rapido.

-Adiós- colgamos.

Voy como una bala a por mi i Pad a buscar esa marca. Es bastante chula. Tiene ropa como dice mi moderna (nótese el sarcasmo) madre "de mi royo". Es de lo que se lleva ahora.

Corro aún con mi pijama de Hellow Kity hasta la cocina donde me preparo un desayuno-almuerzo-comida que básicamente son los restos de la piza de ayer, un poco de zumo de naranja tomado diréctamente del bric y unos seis pastelitos de la nevera.

Luego busqué a Dylan por toda la casa para avisrle y cuando le encuentro estaba en su cuarto riéndose de algo en su tablet con el insoportable de Tyler. Los dos se me quedan mirando, yo también lo haría, en fin estoy con un pijama corto de Hellow Kity rosa lleno de arcoiris y pastelitos.

This is not a love story.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora