𝑯𝒂́𝒛𝒎𝒆 𝒕𝒖𝒚𝒐, 𝑨𝒍𝒇𝒂˖⋆₊°

11~🖤

Ese día donde Taehyung y yo cometimos un error, no caí en cuenta sobre las personas a nuestro alrededor en ese instante. Yoongi estaba ahí cuando sucedió, él vio todo.

- Y-yoongi, no tenía idea de lo que hacía en ese instante, sólo con su aroma me volví loco y...

- ¡¿Te volviste loco con el aroma de un estúpido alfa que te ve como un juego?! ¿Qué hay de mi aroma, no te vuelve loco también? ¿Por qué no me besas y vemos si también caes vuelto loco por mí? ~Habló de la manera más retadora posible, esto mientras acercaba su rostro al mío.~

- ¿De qué mierda estás hablando? ~Me alejé de su rostro.~ ¿Por qué de la nada comienzas a amenazarme bajo mi hogar e insinuar que soy una persona "fácil"?

- ¿No es eso lo que eres? Te lansaste a los brazos de un imbécil sólo por su olor. Dime, Hoseok, ¿No te vuelve eso en una zorra?

Mi vista comenzó a tornarse borrosa, las lágrimas que se acumulaban en mis ojos no pudieron resistir más y cayeron a montones sobre mis mejillas. Me levanté de mi lugar y rápidamente le di una bofetada, él tomó su mejilla lastimada con una cara confusa, como si fuese una víctima indefensa ante un peligro.

- ¡No quiero que vuelvas a llamarme así! ¡No quiero que regreses a mi casa! ¡No quiero nada contigo, Min Yoongi! ~Alcé la voz sin llegar a un grito.~ En cuanto te vayas de mi casa no quiero que vuelvas a mirarme, a dirigirme la palabra y mucho menos volver aquí, esto se acabó.

Dispuesto a dejarlo atrás, le di la espalda e intentando caminar a mi habitación. Tomó mi muñeca y con un tirón me hizo retroceder abruptamente.

- ¡No puedes hacer esto! ¿No soy tu mejor amigo, tu vida entera y lo único que necesitas en este mundo? Lo dijiste en nuestra niñez, ¡No puedes alejarme de ti, sin mí estás perdido!

- No eres nadie para mí ahora, y si llegué a decir eso sobre ti, en este momento me retracto de cada una de mis palabras. Aléjate de mí y no regreses. ~Con mi brazo sometido hice un movimiento brusco, permitiéndome safarme de ese agarre que comenzaba a doler.~

- No, Jung Hoseok. Jamás voy a dejarte ir y eso debes mantenerlo en tu cabeza cada día de tu vida.

Seguí caminando a pesar de lo que dijo, mi corazón se sentía roto y a la vez lleno de ira; podía sentir aullar de dolor a mi lobo, a la vez que gruñía y lanzaba ruidosos gruñidos en forma de odio y rencor.

Estamos bien, lobo tonto, deja de gruñirme en la cabeza.

Voy a hacerlo picadillo, pero antes necesito odiarlo lo suficiente. ¡Rápido, humano, ayúdame a odiarlo!

No lo odiaré por mucho tiempo, sabes que estaremos llorando en la cama durante días.

Si no lo puedo odiar entonces te odio a ti, humano idiota.

Mi almohada y sábanas serían quienes me reconfortarían, mi cálida cama es la que me daba consuelo en todas esas noches frías. Todo está bien dentro de estas cobijas y nada malo sucedería si me mantenía ahí.

Me recosté tan rápido como me fue posible y de inmediato era una especie de "bolita". Las lágrimas no tardaron en salir, dolía haberle perdido, pero lo hacía aún más todas esas palabras tan hirientes que había dicho Yoongi, creía fielmente que mi corazón saldría por mi garganta debido a ese nudo gigantesco que no me dejaba respirar con normalidad.

Estaba destrozado, sólo queriendo tener la compañía de la soledad y sin nadie más. El sueño fue fortaleciendose, sin ninguna complicación se había apoderado de todo mi ser, sentí mi cuerpo relajado, simplemente cerré los ojos y nada me importó después de eso.