Soneto IX (Carolina Martín)

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Casi un adolescente y tú a mi lado llegabas;
andaba yo con juegos, como un niño mayor.
Racha de fresca brisa, la vida en su fulgor,
ondeando angelical sonrisa saludabas.

¡La hermanita pequeña! Por fin al mundo entrabas,
imaginé para ti un orbe nuevo de amor,
nadando en el azul mar, al sol y su fulgor,
andando en negra arena mil tesoros buscabas.

Madre tú eres y esposa, eres una luchadora,
ante toda adversidad eres dura cual roca
resistes al mar y olas, eres genial gestora.

tuya son las lágrimas que a padre y madre evoca,
íntimo tu caminar donde el dolor aflora,
nacida mujer eres, ¡qué mujer...! ¡Qué eres loca!

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