Capítulo 2

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Tenten estaba asqueada.

Lo cual fue suficiente motivo para frustrarse de nuevo consigo misma.

Tener que recolectar miembro por miembro le hizo revolver el estómago, tenían olor a sangre podrida insoportable.

Lo primero que encontró fue un brazo, estaba muy delgado pero estaba completo, parecía que hasta los insectos salían corriendo ante aquel olor.

—Así que esto es lo que significa ser inmortal, estar podrido por dentro —dijo con sarcasmo para si misma.

Después de guardar el brazo, Tenten extendió el pergamino que la anciana le había dado sin dudarlo ni un segundo, ¿tanta determinación y desesperación se notaba con solo verla?

El pergamino funcionaba de manera fácil, con solo concentrar aunque fuera un poco de chakra en el mostraba un camino que debía seguir, un camino de las líneas del color de la sangre.

Shikamaru Nara había sido cuidadoso y estratégico al esconder las partes del cuerpo de su enemigo, incluso había ido hasta una cascada y tuvo que nadar profundo para encontrar un pie.

Debía darle crédito, no por nada era considerado un genio en estrategia y es que sin ese pergamino especial que Tenten tenía nunca hubiera encontrado todas las piezas del cuerpo de aquel asesino que mató a su maestro.

Lo que Tenten tenía que agradecer a su suerte es que las partes que encontraba estaban completas.

Aquello le llevó aproximadamente un mes.

Dormía en el exterior o en las cuevas que encontraba para refugiarse de la lluvia, vendió algunas de sus armas en aldeas cercanas para obtener alimento el cual fue almacenado con sumo cuidado.

Cuando encontró el torso completo y empezó a coserlo al las demás partes del cuerpo que había encontrado supo que tenía suficiente de eso.

Nunca había visto a un hombre desnudo y mucho menos uno desmembrado por partes.

Observó el montón de piedras apiladas en desorden, suspiró cansada, tenía que usar explosivos para poder entrar e irse de ahí rápidamente antes de que alguien llegara por haber llamado la atención.

—La cabeza —detuvo sus ganas de vomitar solo esperaba que no fuera tan repulsivo como se lo imaginaba.

La explosión sonó en el eco del bosque Tenten entró con rapidez a buscar rezando para que la apertura que había hecho no se viniera abajo, prendió una bengala en la oscuridad y después de ver un bulto raro entre las rocas supo que la había encontrado.

—Vamos puedes hacer esto —se alentó a si misma para tomar la cabez, cuando estuvo apunto de hacerlo dio un brinco asustada al ver que abría los ojos.

Los ojos violeta primero molestos por la luz del sol les costaron adaptarse a ella y cuando al fin logro dislumbrar algo vio a una mujer frente a él cubierta con una capa frunció el ceño hacia ella.

—¿Ah?, ¿Quién mierda eres tú?

Tenten no respondió porque en ese momento escuchó murmullos del exterior.

—¡La explosión fue por aquí!

Tenten maldijo mentalmente, nadie podía descubrirla o harían muchas preguntas innecesarias.

Dejó el asco a un lado y tomó la cabeza de Hidan quien se quejó en seguida al ser guardarla en su mochila de viaje.

—Oye maldita, ¿qué crees que haces? —Hidan gritó una vez adentro.

Tenten lo ignoró, salió por la apertura y quitó una de las piedras en su camino causando un derrumbe antes de irse, observó a un hombre y su hijo viendo hacia las piedras, ella logro escapar antes de que la notaran.

El precio de una vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora