Sarah Jones 23 años, una chica normal como cualquier otra, se muda a Seattle consu mejor amiga a terminar la carrera de sus sueños. Para ella lo más importante eran sus dos mejores amigos, lo único único que le quedaba después de perder a sus padres...
Miro hacia la puerta del jardín y veo a Melissa con un pastel en su mano derecha mientras que con la otra nos saluda
- Será para luego - le susurro a Sarah y sus mejillas se ponen rojas
Bajo a Sarah con cuidado, cojo su mano y avanzamos hasta Melissa
- Lamento interrumpir - se disculpa
- No te preocupes Melissa, es un placer volver a verte - saluda Sarah dándole dos besos
- Sí, no te preocupes además teníamos planeado ir a visitaros - digo saludando de igual manera
- Cuando tu padre nos dijo que vendríais no dude en venir y traeros mi pastel de vainilla y chocolate
- Bueno eso merece una taza de... ¿té o café? - pregunta Sarah
- Una buena taza de té por supuesto - dice una Melissa sonriente
-Y dime Melissa ¿Dónde dejaste a Frederick? - pregunta Sarah mientras entran de nuevo en la casa
SARAH
Melissa lleva conmigo toda la tarde, la verdad es que es una mujer muy divertida. Me conto muchas historias de cuando William y Scarlett eran pequeños y venían a veranear aquí junto a la familia de Aaron, también me conto su historia de amor con Frederick la cual no fue fácil, pero lograron vencer todos los problemas que la vida les puso y ahora están juntos y felices, y en algo tiene razón el amor no es fácil, pero merece la pena.
Will salió hace unas horas a hacer algunas cosas y todavía no ha vuelto, Melissa se fue a su casa la cual está a tan solo dos casas de aquí y Sam y Eros también se fueron a su casa, pero volverán mañana y traerán a su pequeña Sharpay para que la conozca. Solo quedamos dos chicas del servicio, los chicos de seguridad y yo.
Estoy sentada en la cama leyendo un libro cuando escucho como algo golpea la ventana, no le preso atención hasta que vuelven a escucharse varios toques más. Me levanto y me asomo al balcón
- ¿Me harías el honor de acompañarme aquí abajo? - pregunta y yo solo puedo sonreír y asentir repetidas veces
Entro de nuevo a la habitación me miro en el espejo, me pongo un poco de perfume y bajo corriendo las escaleras, llego al jardín y todo es realmente hermoso.
Hay un montón de luces y farolillos por todo el jardín y a un lado de la piscina hay una mesa para dos.
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