TIEMPO INDEFINIDO...

Capítulo 7

Miro detenidamente el periódico o más allá de el, en su cabeza daba vueltas un pensamiento o mejor dicho una decisión que sería constante.

"Dejar ir", algo tan simple como eso era significativo para la vida que estaba comenzando, decidida miro el primer anuncio subrarrado
"Cafeteria Dolce casa
Busca meseros
ambos sexos
Comunicate con nosotros
Tel:**24670015
"
No estaba acostumbrada a esos trabajos, pero sabia que si lo que deseaba era dejar atrás todo, eso también incluía su trabajo. Tomo su teléfono y marco, agendando una cita para el siguiente día.
Salio del lugar y fue a donde había comido el día anterior, pues, quedo fascinada con el sazón.

Pidió algo diferente para saber si todo lo que la mujer cocinaba le gustaba. Mientras esperaba la comida, su teléfono sonó, era una llamada entrante del señor David.

-Señor David, como ha estado - dijo la mujer poniendo atención a otra cosa que no fuese la voz del señor David.

-muy bien señora Martha, le hable por que no se ha comunicado desde el día que se fue - dijo con una voz despreocupada o eso parecía.

-Disculpe señor David pero no lo creí necesario, en todo caso ahora ya sabe que estoy bien - dijo la mujer entre un suspiro

-eso me tranquiliza, desde la m... - se detuvo por la interrupción de la voz femenina del otro lado del teléfono.

-Creo que eso va de más señor David, no tiene por que recordarlo - se apresuró a decir la mujer algo fastidiada.

-Yo solo lo decía para saber si estaba bien, pero creo que esta mejor de lo que pensé-

-Señor David ahora lo sabe y si cree que volviendo a recordarlo yo regresaré, esta equivocado, estoy a gusto aquí -

-Discúlpeme esa no era mi intención, que disfrute su viaje y recuerde que aquí la extrañamos- dijo con voz débil en algún lado del otro país. Ella colgó sin decir ya nada más, suspiro con nostalgia pero su pena fue interrumpida por la llegada de la comida, en esta ocasión no hablo con la señora solo comió en silencio, al terminar se fue al hostal se le habían quitado las ganas de ir a otro lugar.

Decidió tomar una ducha según ella para despejar la mente, pero esa ducha duro más tiempo de lo habitual, pensaba en que dirán sus colegas o sus distinguidas damas, si se había ido a un viaje de recuperación o solo quería escapar de la realidad. Antes de salir de la ducha se repitió a si misma

-dejar ir sin mostrar a nadie tu debilidad - esas que en aquel momento parecían amargas, solo le daban una oportunidad para cumplir aquel profundo deseo que se había impuesto.