El día paso tal cual había predicho, aunque se ocupo en escoger la ropa adecuada para el siguiente día aunque eso solo le tomará unos minutos.
Al día siguiente al rededor de las 7 de la mañana ya estaba en frente de la cafetería y los trabajadores empezaban a llegar, su espera hubiera sido más corta si alguno de los primeros hubiese tenido la llave para abrir el local. La gerente apareció un poco fastidiada, pues ya era tarde y el encargado de abrir ese día aun no llegaba, por lo que ella tuvo que abrir, no se dispuso a esperar al otro trabajador y dio el discurso de ánimo para comenzar el día, la pecosa se cambio de ropa y se dispuso a limpiar y acomodar las mesas según un patrón predicho y exclusivo del lugar.
Al término de eso los pedidos ya comenzaban a rondar llamadas directas de empresas importantes, pedidos de personas que se marcaban a su trabajo y por su puesto a los que se les dice de planta, aquellos que tomaban el café ahí.
Ella observaba el empaquetado para los pedidos fuera pues esa sería la labor haría en ese momento. Lo hacia tan rápido como podía pues había perdido tiempo al principio de la práctica y los pedidos cada vez aumentaban, al hacer eso sentía como se relajaba pues le encontraba algo estimulante. Antes de terminar con la pila de cafés qué tenia que envolver la llamaron para atender la mesa número 8 pues faltaba personal, ella enérgica salio rápido y pido la orde de aquella señora pues había que apresurarse para seguir empacando, encargo el café y mientras estaba listo siguió empacando, se apresuró a dejarlo y el café se tambaleaba de un lado a otro pero sin regarse, al parecer cargar un café si era muy diferente a cargar una pila de documentos, entre si se caía o no llego hasta la mesa de la mujer que lo pidió y lo dejo ahí.Se dio la vuelta para retirarse y al pasar por la puerta alguien nuevo había entrado.
-Buenos días - saludo la mujer cordialmente sin mirar a la persona
Aquélla persona no dedico un saludo - traiga un café como el de siempre - La voz masculina solo se limitó a decir eso y fue la mesa cerca de la ventana.
La mujer fue rápido a la barra y le dijo al qué preparaba lo que él hombre dijo y le señaló quien era, el qué preparaba dejo de hacer lo que en su momento manejaba para preparar el café, pues sabia bien para quien era, no tardo mucho en estar listo por lo que se lo dio a la mujer y aparte puso una rebanada de pastel.Martha suspiro pues iba a batallar nuevamente en llevar el café y ahora con otra cosa más, sin reprochar lo llevo lentamente para que no se cayeran las cosas, al llegar a la mesa dejo el café primero y luego el pastel - esta listo su pedido - dijo amablemente y con una sonrisa dispuesta a retirarse.
- que sorpresa, nos volvemos a ver - dijo que hombre captando la atención de la pecosa.
-si, es una sorpresa - sintiendo que los nervios la consumían y sin saber por que, no pudo decir más y se retiro.
El hombre solo la observaba con delicadeza hasta el punto de olvidarse del café, ella por su parte siguió empacando con cierta inquietud de que alguien la miraba pero no se dispuso a mirar quien era.
Tras largas horas incomoda apesar de que él ya se había ido, el fin del día se acercaba, 8 en punto las personas se empezaban a despedir y ella estaba feliz de que su primer día de trabajo saliera bien. Se cambio de ropa y salió directo al hostal. Al llegar lo primero que hizo es que anoto un día más en el calendario.
-un día menos para el gran día - dijo como susurro al dirigirse a la ducha.
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TIEMPO INDEFINIDO...
RomanceTe invito a leer esta historia, te aseguro que te fascinara. Es una historia totalmente de mi propiedad qué relata algo más que el amor. - Nunca me dejes, me gusta estar así contigo... - - Te amo... - Actualizaciones: Lunes