La Amante del Mafioso [Editando]

Capítulo 06. |Un pequeño incidente|

Capítulo 06. |Un pequeño incidente|

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<<Julieta>>

—¡Buenos días amiga! Cuéntame, ¿Cómo te fue en tu primer día de trabajo?— llega a mi lado Camila, viéndome fijamente esperando mi respuesta.

—Se podría decir que bien. — suelto un suspiro sonriendo. —Me fue demasiado bien para ser mi primer día. De hecho, que casi no hice nada pesado con papeles Importantes. — le explico, mientras bebo de mi café con leche.

—¿Te trataron con respeto? Pregunto, por qué como es una empresa muy importante y algunos trabajadores se creen mucho por el simple hecho de estar trabajando en un lugar así.

—Tuve suerte en eso para serte sincera. La secretaria personal del jefe es una señora muy amable y me ayudó mucho explicando todo lo que voy a necesitar saber sobre la empresa. Ademas conocí a dos personas muy divertidas. Me dieron la bienvenida con comida.

—Uy eso es genial amiga.— aplaude con felicidad. —Pero, dime, ¿Conociste al famoso millonario alias tu jefe?— me pregunta con mucho interés y curiosidad.

—Si, sobre eso. — hago una pausa para continuar. —Es un hombre realmente guapo, demasiado atractivo. Eso sí, con aires de ser alguien egocéntricamente inteligente. — le suelto dejándola boca abierta.

—Fisicamente, ¿Cómo es él?— me interroga con mucho interés.

—Pues, es un hombre casado, demasiado alto, con cierta masa muscular, tiene barba, viste de trajes, y con una mirada intensa y calculadora. Es como fuera a saber que movimientos haras. —le describo recordando cada detalle de mi jefe

<<Vaya observación que tuve con su físico>>

—Vaya que mal, es casado. — suelta un suspira con decepción.

—Pero, sabes algo curioso.

—¿Que cosa?

—Es que muchas personas lo nombran con el apellido Carbajal, casi todo México lo hace. Pero en la empresa, lo nombran por Villanueva. En memoria de su madre. Por que gracias a ella, su apellido y la magnífica linea de Imperio Dorado es famoso por ella.

— Oh, eso sí es interesante y muy bonito por su parte— se queda en silencio para luego volver hablar. —¿Algún chisme de oficina que hayas escuchado?

—Si, algunos de sus trabajadores lo consideran como alguien de carácter aterrador y mandón.

—Lo típico de los jefes. Que son muy gruñones para el trabajo.

—Exacto. — le digo y me quedo pensando. —Lo curioso fue que conmigo fue amable e incluso lo noté un poco extraño.

—¿Con extraño te refieres a ...?

—Es como si me hubiera querido decir algo o como si me hubiera visto antes. No se.

—Mmm, puede que te haya visto antes. Con eso que tus padres han construido varios hoteles de él.

—Y que gracias a ellos pude entrar en la empresa más cotizada de México.

—Hablando de tus papás, ¿Cómo están? ¿Aún siguen fuera?

—Ayer en la noche, llegando los llamé y me contaron que se encontraban de maravilla. Todavía siguen el Italia, viendo lo del edificio de ese empresario italiano.

—Wuo, Cada día me sorprenden tus papás, con eso de trabajar con varios millonarios. Que suerte. No por nada, son muy solicitados, gracias a su excelente trabajo que realizan.