TRES.

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Pasaron meses, y apesar que la tía no estaba de acuerdo con esa amistad que podía traer problemas, Jimin se volvió el mejor amigo de Jungkook. Todos los días pasaban tiempo juntos, sea en la corte de la religión o en cualquier lugar, se divertían al lado del otro, pero no todo es color de rosa pues también cazaban brujas del mal... Se volvió como un pasatiempo divertido encontrar a brujas con las manos en la masa y atraparlas, para llevarlas a la hoguera.

Jimin desde que se hizo amigo de Jungkook, hasta se olvidó de lo que es, y juzga a las personas ante el más mínimo error, todo por quedar bien con el hijo del reverendo.

Porque le gustaba, no, se enamoró de él.

— Jimin, ¿Y no te gusta alguien del pueblo? — la pregunta de Jungkook agarró desprevenido al rubio.

Tú.

Quería decírselo pero en cambio negó.

— No, ¿Y a ti te gusta alguien?

Jungkook cambio su expresión y miró a Jimin. Ambos se encontraban recostados sobre el área verde del bosque, donde solían pasar mayormente sus tardes.

— No sé muy bien como darme cuenta si me gusta alguien... ¿Será más fuerte de lo que siento por tí, mi amigo? — sin ser consciente, colapsó al rubio.

— Es fácil darse cuenta si te gusta alguien. Simplemente esa persona te parece el centro de tu vida y solo tiene ojos para él, y el amor llega con fuerza después del gusto.— explicó Jimin lo que sentía. Y al pasar los segundos se dió cuenta de lo que dijo.

— ¿Él? — Jungkook estaba desconcertado.

Jimin tragó saliva, y se puso nervioso.

— Ella, lo siento, me equivoque.— el rubio trato de remediar lo dicho.

El contrario siguió mirando a su amigo, y no era tonto, podía notar que este brotaba nervios por todos lados. Más no dijo nada y lo dejo pasar.— Eres gracioso Jimin.— aligeró el ambiente y atrajo al rubio a su cuerpo para abrazarlo.

Para Jimin era como estar flotando entre nubes. Así lo hacía sentir Jungkook cuando lo abrazaba o le decía cosas bonitas, tanta fue la emoción que no controló su don y muchas, pero muchas mariposas aparecieron, revoloteando alrededor de ambos muchachos.

— ¡Woow! ¡Es increíble, Jimin! ¡Vinieron por ti! — una sonrisa se forma en su rostro y hace avergonzar a Jimin que se sentía descubierto.

Pero no había forma de que el muchacho supiera que es un brujo.

— Me-e te-engo que-e ir.— el rubio dejo un beso en la mejilla de Jungkook y corre hacía su casa, como huyendo después de un crimen.

Sin saber que Jungkook quedo con el corazón latiendo de amor.

Jimin sonrojado y acalorado llegó a casa. Su tía le dió una mirada seria y le giro el rostro molesta. La señora como bruja experimentada sabe que entre esos muchachos crece amor y eso le preocupa y enoja. No quería que su única familia, su sobrino, muriera tan jóven por acercarse demasiado a ese muchacho.

Ahora su preocupación es otra.

Los del bien no eran como los del mal que hacían hechizos e invocaciones para ser inmortales, los del bien esperaban la muerte con dignidad, pero Jimin necesitaba uno de esos hechizos. No importaba si tenía que unirse a lo más oscuro, la señora quería que su sobrino siga vivo para siempre y tenga una familia grande, no como ella que era una solitaria sin descendencia.

— Tia, ¿Vas a seguir enojada conmigo? — Jimin hizo un puchero.

La tía volteó la mirada hacía su sobrino. Si, tal vez se este pasando del límite al no dirigirle la palabra a su sobrino, así que dejo su enojo y preocupación por un momento para sonreírle. Caminó hacia él y lo abrazó, Jimin le respondió el abrazo furtivo.

Witch In Love || KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora