CUATRO.

1.2K 193 145
                                    





Enamorados en secreto desde hace un año, eso eran. Nadie del pueblo sospechaba que entre Jungkook y Jimin había algo más que amistad, aunque la tía de Jimin, se hacía la sorda, la ciega y la muda, prefiriendo no opinar en eso porque de todas maneras esa relación se acabaría pronto, o eso piensa ella.

Por otro lado, los enamorados que se amaban en secreto vivían su amor a cada día, a cada instante a solas se pasaban de cariñosos. Para Jungkook en su corazón solo existía Jimin, por eso rechazó a la muchacha que sus padres deseaban sea su esposa, uso la excusa de que aún es jóven y quizás en un año o dos, escoja a la indicada. Los padres aceptaron la decisión de su engreído y no insistieron.

Mientras que su hijo este en el buen camino, no importa si aun no desea esposa.

— Me encontrare con Jimin, no se preocupen por mi.— avisa Jungkook saliendo de casa para encontrarse con su "amigo".

La señora sonríe enternecida cuando nota que su hijo llevó un poco de fruta y pan para Jimin.— Nuestro Jungkook aprecia mucho a su único amigo.

— Ese par se la pasa de arriba a abajo.— murmuró el señor Jeon mientras revisaba unos papeles.

— Me agrada el muchacho, más no sé mucho de su pasado... ¿Quiénes eran sus padres y que pasó con ellos? — la señora pensó en voz alta dejando con curiosidad a su esposo.

Es verdad.

No sabían casi nada del muchacho que es el mejor amigo de Jungkook.

— Lo poco que sé es que pidió con urgencia ser recibido en Sacheon...— el señor pensó buscando algo más de información pero no consiguió nada.— Talvez deba averiguar quién es realmente Park Jimin.

Tras decir eso, empezó a escribir cartas a sus conocidos de otros pueblos.



(...)






— ¿Jimin? ¿Donde estás?

Lo buscaba entre los árboles, quedo con el rubio de verse pero no había rastro de su presencia o eso pensó cuando saltó de un árbol, asustandolo tanto que las frutas y el pan se le cae de los brazos.— ¡Jimin! — se quejó haciendo un puchero.

El rubio se rió y ayudo a levantar los comestibles.— ¿No te enojaras conmigo por esto o si?

El contrario tras terminar de recoger, lo miró y esboso una sonrisa.

— Claro que no estoy molesto contigo. Te amo mi rubio.— y fácilmente Jungkook sacaba su lado cariñoso y romántico.

Juntos se perdieron en un lugar que se volvió su lugar especial, donde podían amarse sin ser vistos. Después de consumir lo traído por Jungkook, se dedicaron a darse mimos en la cabeza o dejarse besitos cortos.

— Kookie, te amo tanto.— a horcadas suyo, y mirándolo a los ojos, se lo dice.

El otro muchacho más empalagoso lo besa y lo toma del trasero para apegarlo más a su cuerpo de manera que no quede ni un centímetro sobrante. El beso sube y sube más de intensidad pero no intentan más, ambos no sabían como continuarlo ni como se hacía el amor.— Hermoso y solo mío.— bajó sus labios al cuello del rubio, ahí besó y dejo pequeñas marcas rojizas.

— Hazme el amor.— pidió Jimin con los ojos entrecerrados, al borde del límite, con solo unas caricias.

Jungkook detuvo su accionar para mirar a su pareja, con un sonrojo notable en las mejillas, y eso avergonzó al rubio.

Talvez se pasó de atrevido, pensó Jimin.

Pero Jungkook también quería lo mismo y se lo demostró besandolo con más intensidad, con más pasión que antes. Las palabras sobraron cuando empezaron a quitarse las prendas de vestir, en ese aspecto no tenían vergüenza, ambos conocían su desnudez al bañarse en el río sin nada que los cubra. Al principio hubo una discusión cuando Jimin descubrió las heridas de los castigos que se hacía Jungkook, se enojo tanto y curandolo le pidió que no se haga daño más.

Witch In Love || KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora