Sálvame (Gray Fullbuster Y Tu)

Capítulo 7

Que bien se siente volver a esto esto~

TN Adamson.

Alivio. Esa palabra definía correctamente la situación. Hace unos momentos, Gray Fullbuster aceptó a ser mi maestro de hielo. No tiene ni idea de lo importante que es esto para mí.

Si bien, sus manos eran grandes y frias, al sentirlas junto a las mías, sentía calidez. Sus ojos clavados sobre los míos con su típica mirada ruda.

Comencé a sentir cierto calor en mis mejilla al ya tener un rato en esa posición con Gray.

—Lo... Siento... —rápidamente soltó mis manos y una de sus manos se posó en su nuca un poco nervioso. —¿Quieres comenzar hoy o esperamos mañana?

—¡Cómo quieras! —sonreí.—Aun no se como agradecertelo.

—Ya van tres las que me debes, Adamson. —me miró de lado con una pequeña sonrisa.

—Buscaré la forma de pagártelo... Fullbuster. —Gray volvió a sonreír al oírme llamarlo por su apellido.

Ya era un poco juego nuestro.

—Se de una forma. —me miró de frente mientras ponía toda mi atención sobre él.

Antes que él siguiera hablando, fue interrumpido por un grito llamando nuestra atención.

—¡TN~! —la voz de Natsu se hizo presente a la vez que venía y se tiraba encima mío, dejándome pegada al suelo.

—Natsu... —dije con cierta dificultad, ya que no sé apartaba de mi.

—¡Te extrañe~! —dijo en un tono que claramente era fingido.

—Pero si la última que te vi fue hoy en la mañana. —conteste un poco fuerte, a la vez que Gray dejaba soltar pequeña una risa. —¿Te puedes quitar de encima?

—Es que... ¡TE EXTRAÑABA TANTO PRIMITA!

—¡Natsu, ya basta!—me quejé.—Pesas mucho...

—No lo presiones. No te hará caso. —dijo en cierto modo burlón Happy apareciendo.

—¿Hoy que le sucede? —preguntó Gray.

—Natsu se comió por accidente el pastel de Erza.—contó Happy a la vez que Natsu se tensaba. —Él piensa que estando con TN, Erza no le atacará.

—Ayúdame.—dijo Natsu, o más bien rogó.

—No.—como pude lo empuje un poco liberandome de él. —Eres molesto, pero intentaré hablar con Erza-san.

—¡ERES LA MEJOR PRIMA! —Dijo mientras se lanzaba a abrzarme una vez más y me tiraba al suelo, nuevamente.

—¡Natsu!

—Oh, por cierto, ¿Por qué estaban juntos? —preguntó Natsu señalandome a mí y a Gray, cambiando rápidamente el tema.

—¡Claro!—exclamé con cierta alegría. —Gray se ofreció ayudarme.

—¿Con qué?—insistió Natsu brindándome su atención.

—¡A nada! —se apresuró a decir Gray, un poco nervioso.

—¡A ser mi maestro de Hielo! —contesté con una gran sonrisa, creando un silencio en tre nosotros.