Agua y Fuego (Navia)

1-Paraíso

Cuando el barco llegó a puerto, ambos cargados con sus maletas bajaron por la pasarela. Aunque, a diferencia del resto de pasajeros, se notaba que no eran pareja ya que todos iban tomados de la mano, el brazo, abrazados, etc mientras que en ellos, solo Natsu estaba feliz de estar allí. 

—Juvia deseaba venir con Gray-sama—iba cabizbaja y triste.

—Venga Juvia, deja estarlo de una vez—le dijo.

La isla era igual que en la foto, descrita a la perfección y sobretodo, era como un paraíso. Podían ver la inmensidad del lugar con varias piscinas, tipos de playa por las distintas arenas, hoteles enormes y una gran parte de la isla era selva pero todo con guía.

El camino hasta el recinto no fue diferente, Juvia estaba de morros mientras que Natsu miraba todo con mucha ilusión y pensando en que clase de comida podría probar allí. Recibieron las llaves de su habitación y subieron para dejar las cosas dentro.

—Es enorme—dijo Natsu viendo el interior.

Tenía una enorme cama de matrimonio, televisión, mueble bar, jacuzzi, ducha, una terraza para ver la isla y toda clase de lujos.

—Si Gray-sama estuviera aquí, Juvia cree que estaría mejor—dijo ella tirándose a la cama triste.

—Yo creo que si Gray estuviera aquí se arrojaría por la ventana—pensó este.

Como la situación no iba a ir a mejor, este se marchó a disfrutar de todas las atracciones y pasatiempos del lugar. Como un niño pequeño estuvo en la feria e incluso gano algunos premios que mandarían a su habitación.

—Que bien estoy solo—pensó mientras buscaba nuevos entretenimientos.

Iba de un lado a otro, subiendo en todo con simplemente enseñar la pulsera que le habían dado en recepción.

Cuando ya estaba algo cansado de tanto jugar, se sentó en un banco a descansar un poco antes de continuar. Como era de esperar, todo eran parejas o familias. Fue en ese momento cuando su olfato captó un olor.

—¿Juvia?—siguió el rastro y la vio a lo lejos rodeada de algunos jóvenes musculosos.

Eran los típicos que habían ido en grupo a buscar compañía.

—Pobrecillos—pensó viendo como al cabo de unos segundos salían volando por el impacto del agua.

—¡Juvia ya tiene a Gray-sama!—gritaba esta cabreada.

—Juvia.

—¿Natsu-san?—se giró y tenía esa mirada seria habitual—Juvia ha venido a divertirse un rato.

—Yo ya he montado en unas cuantas—comentó.

—Juvia no cree que a Juvia le importe.

—Oye, ¿Por qué eres tan antipática conmigo?—preguntó ya harto de sus tonterías.

—Juvia solo quiere estar con Gray-sama.

—¿No te das cuenta de que él no siente lo mismo?—ante aquel comentario, deslizó su mano para golpear a este pero Natsu la detuvo—puedes pegarme todas las veces que quieras...eso no cambiará nada.

—Juvia...Juvia...sabe que Gray-sama la ama y...—las lágrimas brotaron.

—Lo siento pero...no es así—ella cayó al suelo derrumbada por las palabras de este.

—Pobrecilla, ¿estará rompiendo con ella?—escuchó decir a uno.

—Tal vez le haya puesto los cuernos—dijo otra.

Para que hubiera más malentendidos, la agarró del brazo y se la llevo hasta la habitación. Allí, ayudo a la maga de agua a despejase un poco y lavarse la cara ya que tenía los ojos rojos de tanto llorar.

—Por lo menos no ha inundado el lugar—pensó aliviado.

Luego, tumbó un rato a la chica. Sentía cierta pena porque hacia un día estupendo para estar fuera y estaba allí metido con la maga.

—¿Qué debo hacer?—se preguntaba en su cabeza.

—Juvia...Juvia desea pasarlo bien...aunque sea sin Gray-sama—dijo esta levantándose.

—Deberías descansar.

—No, Juvia cree que Juvia debe pasarlo bien.

—Que personalidad más extraña.

Natsu se dio primero una ducha antes de volver, necesitaba refrescarse. Salió con una toalla atada a la cintura y escucho un grito proveniente de la maga que le pedía que tuviera un poco más de vergüenza.

—Se que no es Gray-sama, pero mis ojos no pueden desviar la mirada—pensó ella.

Mientras se cambiaba, Juvia se arreglaba un poco en el baño poniéndose otra clase de ropa. Esta era un bikini ya que deseaba ir a la zona de playa.

—Juvia esta lista—dijo antes de abrir la puerta por si este aún estaba cambiándose.

—Y yo.

Bajaron a la zona de playa, realmente no había mucha gente a esa hora y era perfecto, menos ruido y con apenas unos niños.

—¡Socorro!—grito uno de ellos.

Un monstruo marino estaba a punto de zamparse al pequeño.

—Juvia irá al rescate del niño—fue corriendo y saltó para dar una gran patada a este.

Pero era algo parecido a un pulpo y usando uno de sus tentáculos agarro a la maga.

—¡Salven a Juvia!—gritó.

—Cielos...

Natsu fue en su ayuda y acabo de un solo golpe con su puño de fuego. Este soltó a ambos antes de marcharse de nuevo a las profundidades y los sostuvo a cada uno con un brazo.

—¡Ese joven es un héroe!—dijo uno haciendo que todos aplaudiesen.

Juvia al ver desde su posición al mago, sintió mariposas en el estomago. Era como esas películas o libros donde el caballero salva a la princesa y la tiene entre sus brazos.

¿Será que algo ha cambiado en ella?.

Continuara...