ᴍᴏɴᴀʀᴄᴀ ᴍɪɴ 👑 [민 군주]《짐슈》

👑02.둘👑

漫~*'¨¯¨'*·舞~ 👑~舞*'¨¯¨'*·~漫-

Caía la noche en el templo real y Jimin tenía que cumplir con una misión.

"Tienes que acostarte con él desde el primer día me oiste Jimin"

Recuerda muy bien las palabras de su madre. Caminó por los pasillos oscuros habían dos guardias afuera de la habitación pero pudo persuadirlos rápido pues todos en el castillos sabían a que venía el joven noble, no les pareció extraño que dijera que quería "Dormir con su majestad".

Además él puede defenderse sólo.

Mejor hay que temer por el pelinegro.

Entró a la habitación y escurridizo se metió entre la sábanas dónde descansaba el pálido, se puso de lado y observó como dormía.

Se supone que debía actuar y ser rápido, sin embargo se quedó embelesado en aquel rostro de porcelana, nariz pequeña, pestañas largas, sus ojitos cerrados eran tan preciosos, se le miraba descansar con mucha paz claro que ese no era el caso, noche a noche sus pensamientos eran atormentados y Jimin se preguntó que se sentirá dormir esas noches oscuras con el rey, que se sentirá despertar a su lado por las frescas mañanas donde el cantar de los pájaros anuncie un nuevo despertar.

Suspiró lo que hizo removerse al rey quién se giró a su lado quedando cara a cara dónde pudo aprovechar y ver el lindo rostro bajo la luz de las velas.

De repente respiraba errático trataba de tomar grandes bocanada de aire pero seguía con ojos cerrados, aún dormía, Jimin no supo que hacer entonces, el rey daba manotazos al aire y balbuceaba, estaba teniendo una pesadilla.

¿Y ahora?

El rey extendió una mano buscando una almohada pero se encontró con una mejilla rechoncha, la acarició un poco para verificarlo, entonces Jimin entendió esa caricia como una aprobación a su próximo acto, se inclinó al rostro del rey para volver a besarlo y quizá tranquilizar su pesadilla recibiendo un puñetazo en la nariz como respuesta.

-- ¡Ahora la nariz! -- se quejó.

El omega saca una daga que guardaba debajo de su almohada y amenaza a Jimin poniéndola en su cuello tomandolo desde atrás.

-- ¡¿Porque siempre hay un objeto cortopunzante en mi cuello desde que llegue a este templo?! --.

-- ¿Qué haces en mi habitación?--.

-- Mi rey, sólo soy yo, puede bajar esa arma --.

-- Sé que eres tú por eso lo hago --.

-- Debo admitir que me siento ofendido, pero estoy feliz porque en esta posición puedo sentir el aroma de su majestad y reconforta a mi lobo-- El agarre alrededor de su cuello se suavizo y pudo salir para sentarse en la cama.