Melissa despierta todas las mañanas odiando despertarse tan temprano, se ducha como de costumbre para ir a la escuela. Mientras camina va analizando cada cosa que la rodea, lo cual es algo desgastante para alguien de su edad. Una vez dentro del metro y al sentirse más segura se coloca sus auriculares y reproduce el Requiem de Mozart, al escuchar esa larga y espectacular pieza, piensa en la vida y en ese chico que le rompió el corazón y luego lo devoró dejándola vacía y falta de amor y emociones. Las clases en particular no son lo más divertido pero la ayudan a distraerse de su situación, un chico al que nunca había visto se encontraba sentado en la esquina del salón, este le sonríe sutilmente, a lo que ella por respuesta se sonroja pero esto no es más que parte de su plan. Al término de la clase el chico se le acerca y ambos acuerdan irse juntos a casa ya que pasan por los mismos rumbos. Ya es noche y las calles están más solas con cada segundo que pasa, el sonido de un golpe seco alerta a las pocas personas que van caminando por el lugar, de repente se escucha un grito desgarrador de una mujer que se encontró con un cuerpo escondido entre los árboles, la multitud se acerca a observar lo sucedido, la escena es atroz, la persona en el piso muestra traumatismos por todo su cuerpo pero en especial en el pecho, en el cual se encuentra un enorme agujero por el que se podía ver a través de él, ¡Pobre muchacho!, le robaron sus órganos vitales y lo dejaron desangrarse, exclamó uno de los espectadores mientras llamaban a la policía para que investigara al respecto. Melissa va entrando al metro de regreso a su casa, se dirige hacia un baño público, pues tiene muchas nauseas, entra y vomita algunos coágulos de sangre, ese chico le provocó una enorme indigestión pero al menos ya no se siente tan vacía como en la mañana ya que ahora la adrenalina del dolor del chico corre por sus venas y la hace sentir más viva. Al salir se pone sus audífonos para escuchar el Nocturno numero 2 de Chopin mientras el tren se dirige a la estación cercana a su casa; delante de ella se sienta un tipo bastante atractivo, ella le sonríe y él le devuelve la sonrisa.
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Inspiraciones
RandomLa única manera en la que encontré la paz en mi cabeza fue escribiendo.