5. El bibliotecario

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A pesar de la actitud esquiva de Lisa, Jimin estaba animado. Ya estaba integrado en un equipo de trabajo. Y eso era lo principal. Significaba tener una oportunidad de exponer junto a otros, delante del salón y quitarse la etiqueta de bruto que le tenían. Ese mismo día, en el recreo, ya no fue a su apartado rincón de soledad. Fue a la biblioteca apedirle ayuda a Hoseok, el bibliotecario, a quien todos llamaban "Hobi" con mucho cariño. Él lo conocía desde pequeño, además sabía de su dificultad para leer. Al verlo lo recibió con un efusivo abrazo.

- ¡Hola Jimin! Me tenías olvidado, he sabido de ti a través de Nikky. ¿Cómo estas?

- Bien Hobi, bien - le contestó con familiaridad, y le contó con entusiasmo el motivo de su visita. Él con especial atención ofreció orientarlo no solo por la estima que le tenía al chico y su famila. Sino porque amaba la literatura, en especial el género lírico. Había estudiado Bibliotecología, pero del oficio lo que menos le gustaba era colocar cotas y asignar códigos a los libros. Lo que más le apasionaba era narrar cuentos, recitar poemas. escribir palíndromos y dar de leer, como se ofrece el más delicioso de los postres. Dar de leer los libros adecuados a cada visitante de la biblioteca.

Cuando alguien confundido le solicitaba alguna recomnedación, conservaba con esa persona por largo rato, le hacía diferentes preguntas y después, con toda la rigurosidad del caso, se internaba entre los anqueles repletos de libros y de allí regresaba con el ejemplar que seduciría, de una vez para siempre, al nuevo lector. Según él: "Siempre hay un libro fascinante que despierta y conmueve, al maravilloso lector que llevamos dormido dentro".

El estudiante y el bibliotecario charlaron por cierto tiempo. La amplia experiencia de el profesional en el trabajo con niños y jóvenes, aunada a una entrevista que sostuvo en una oportunidad con la mamá de Jimin, le dieron el conocimiento las pistas necesarias para saber que estaba ante un joven urgido de la aceptación por sus compañeros. Por eso, hizo preguntas precisas para organizar el respaldo que le daría a este sensible joven que había visto crecer.

- Cuéntame ¿Quién te da Castellano y Literatura este año?

- El profesor Taehyung - respondió Jimin.

- Uh... - se quedo pensativo Hoseok

- ¿Qué? - preguntó Jimin con una sonrisa intrigada. Hoseok no era con precisión de esas personas que guardan sus pareceres, y no se aguantó.

- Taehyung no tiene mucho genio, es demasiado ingenuo con los libros. Lo cierto es que no es nada gentil con la Literatura, que al parecer más bien lo tiene bizco como su colega Francisco.

Ambos se miraron y sonrieron al mismo tiempo. Jimin soltó una pequeña risita, pues él sabía que no había nungún profesor de Literatura llamado Francisco. Enseguida presintió que Hoseok le vendría con otra broma, Permaneció silente y dispuesto a escucharlo.

- Lo siento por ti Jiminie, ya no tengo más preguntas que hacerte. En serio Taehyung es de esos profesores que van directo a los conceptos de las cosas y no sale de allí. De la poesía, aplaudirá las definiciones de las Figuras Retóricas. Nos hemos tratado muy poco, en uno que otro encuentro de profesores. Él siempre anda como apurado por irse del colegio. Lo que conozco de él son las mismas anécotas que han referido sus estudiantes por años en los pasillos del colegio o aquí en la biblioteca... No sabes Jiminie los chismes que se escuchan aquí - Hoseok río un poco al recordar todas las cosas que había escuchado.

Al terminar de decir eso, Hobi se preparó para imitar a Taehyung. Impostó la voz, adormilo la mirada, relajó el rostro para aparentar la misma conduerma que, según los estudiantes, caracterizaba a Taehyung dando clases. Infló el pecho para sentirse con más cuerpo, porque él era bastante delgado. Aguanto el aire y de lo más teatral exclamó:

Amor se escribe al revésDonde viven las historias. Descúbrelo ahora