XXI. ¿No había algo peor?

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Los sonidos de los besos en la habitación eran tan intensos, que podía escucharse el sonido de sus labios al despegarse con intenciones maliciosas. Y es que, ya habían pasado seis meses desde que Mean tuvo su celo.

- Mean ya basta - lo detuvo Plan al sentir como sus manos apretaban sus caderas
- Lo siento... - lo besó - pero... - beso de nuevo - Acabo de tomarme los supresores Plan, pero no funcionan no sé qué me pasa
- ¿Estás seguro que son los de siempre?
- Si... ¡SI! - lo besó - ¡Ahg! - se puso de pie - ¡¿No estarían caducados o algo así?!
- Lo dudo...
- Iré por otro... ¡Siento que cada vez me pongo peor! - camina caluroso
- Espera, ¿cuántos te has tomado? - lo miró él Omega
- Dos... - tocó su frente - estoy sudando...
- ¡¿Qué hiciste idiota?! - se preocupó

Así que rápidamente con su estómago de siete meses, él Omega entró a ese baño, buscando entre las pastillas y demás los supresores que tomó su inteligente marido.

- ¿Te tomaste estos? - salió del baño mostrándole la caja
- Mmm - Caminaba de una lado a otro - ¡¡Dámelo quiero otro!!
- Si serás estúpido, estos son míos - sonrió - no son fuertes como los tuyos
- ¿Y los míos? ¡Estoy seguro que dejé una caja ahí lo juro! - cerró los ojos
- Eh... Los tiré para poder hacerte una broma cuándo te llegara... - Mordió su labio sonriendo
- ¡¿Qué?! - se hinco en el piso - ¿Estás loco? Sabes que estoy así - hizo un señal con sus dedos - ¡¿de tirarte en esa cama?! ¡Tienes que irte Plan!
- Perdón pero fue cuando no te soportaba lo juro - rió - te conseguiré uno.
- ¿Crees que me hagan mal? Ya tomé dos de los tuyos. - desabrochó su camisa
- ¡¡Llamaré a un doctor!!

Plan tomó el teléfono mientras miraba como Mean casi se restregaba en el piso, y aunque a él también le excitaba tenía una razón enorme creciendo en su cuerpo como para detenerlo.

Pero preocupadamente después de la llamada con su doctor de cabecera, que aunque se especializaba en Omegas, recurrió a él porque también le enseñaron anatomía sobre Alfas, ¿no?. Pensó Plan. Pero este le dijo que después de tomarse esos supresores, si tomaba el correcto no le harían el mismo efecto, por lo que podría estar bien algunas horas, pero después volvería llagar y tal vez peor.

Así que sin perder tiempo bajó las escaleras de su casa y tocó la puerta de su nuevo vecino Omega, el cual no estaba nada mal pero no era hora de pensar en eso. Le pidió un supresor de su chica Alfa con la promesa de pagarlo y casi corrió de nuevo hasta su nueva casa. Porque aunque ya se habían mudado un par de días antes de saber el sexo del bebé, aún no se acostumbraba y tampoco desempacaban.

- ¡¡Tómate esto Mean!! - lo miró acostado en la cama casi desnudo
- Si... Pero primero déjame besarte - se acercó
- ¡¡No Mean!! - se alejó - ¡el bebé! ¡Piensa! ¡yo sé que puedes! ¡Después paso contigo todos los celos que quieras! - estiró el supresor
- ¡Si! - tallaba su rostro - ¡mételo a mi boca!
- ¿Eh? - sonrió - ¡No! ¡Házlo tu mismo!
- ¡No lo haré!! - se acercó rápidamente - ¡Plan esto es tu culpa! Me siento mal, ¡hueles demasiado!
- Es.. es... Ta bien abre la boca - empezó a preocuparse

Acercó su mano y metió sus dedos en la boca del Alfa, este tragó el supresor pero antes de que Plan sacara sus dedos, los chupo de manera pervertida.

- ¡Ya Mean! - Plan cerró los ojos - sólo un par de minutos, ¿sí?
- Mmm - se acercó - pero mientras quiero besarte
- No ya... - casi llora - por favor...
- Esto es tu culpa - lo pegó a él - no debes - lo besó - jugar - beso de nuevo - con mis supresores
- Ya ya entendí... - tomó sus hombros - Además, dijo el Doctor que solo te durará el efecto unas horas porque tomaste los míos...

Mean, en vez de seguir besando a Plan, lo miró fijamente mientras él hacía una mueca al morder sus labios. El supresor había hecho efecto.

- ¡¿Es en serio?! - Dijo casi gritando - ¡Plan!
- Lo siento... - sonrió un poco
- Tienes que irte - tocó su cabeza - O puedo tomar otro - resolvió - Iré a comprar

"Un Bebé Por Accidente"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora