Capitulo 9

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Después de ver como mis amigos y mi hermano desaparecieron, me dirigí hacia la oficina de mi padre. En los largos pasillos de la mansión se podía escuchar el eco de mis pasos. A Draco y ami nos daba mucho miedo ir a su oficina, la mayoría de las veces era para darnos un castigo por algo que no le gustaba de nosotros.

Legue a la gran puerta de su sala y di un gran suspiro. Toque la puerta y escuche como padre decía que podía pasar.

-Lizbeth, siéntate.-Dijo en su tono frió. El estaba viendo el fuego de su chimenea.

Hice lo que me pidió y me senté en frente de su escritorio. Con una mirada fría igual a la de el.

-Quítate el suéter que tienes.-Me ordeno en un tono brusco.

Me lo quite y pude ver las cicatrices que me quedaban de sus castigos. Mis brazos blancos estaban llenas de estas, y una grande que tenia el nombre de nuestro anteriores elfo domestico Dobby. Podía recordar el dolor que me produjo cada una de estas, tuve que aprender a manejar lo, pues si lloraba o si intentaba curarme , siempre me iba peor.

Lucius me tomo bruscamente del brazo.

-Estas son las pruebas de que eres una mediocre. Que no estas a la altura de ser una gran Malfoy.

No conteste nada, solo tenia la mirada asía abajo.

-Pero eso puede cambiar, Lizbeth creo saber que tienes unas grandes habilidades para la magia. Tal vez si las perfeccionas no puedas ser tan miserable.-Dijo viéndome con desprecio.

-¿Que quieres decir padre?.-Sabia lo que me estaba diciendo, lo que quería insinuar. Pero quería estar segura.

-No ye hagas la niña estúpida conmigo, sabes lo que te estoy diciendo. Esto es para que tu y Draco sean poderosos y no deshonren su apellido.-Dijo con tanta frialdad.-Solamente hay dos lados, esta el que lucha por el bien y la igualdad. O esta el que te da poder sobre todas esas personas tontas.

Solo me quede callada, mirando hacia el suelo. Yo no quería estar en ninguno, solo quería estar bien junto con mi hermano. Suspire, sabia que mi elección era mas que eso. Podía ver a padre con una sonrisa que demostraba superioridad sobre mi.

-Y bien hija, ¿Que eliges?.-Dijo con una mirada seria.

-Elijo tener el poder sobre esa gente tonta.-Dije con un tono serio.

-Buena elección hija.-Dijo frió.-El señor tenebroso te recompensara. 

-¿Cuando empiezo?.-Dije cortante.

-Yo te avisare. A ti y a tu hermano, Pero antes le tienes que dar algo a tu nuevo señor.- Fue hacia su escritorio y saco una pequeña navaja. Sabia lo que quería, a Draco le hiso lo mismo. 

Estire mi brazo hacia el. Se acerco lentamente y le entregue mi brazo, sentí como aquella navaja se enterraba en mi piel, perforándola. Se movió un poco y la herida se hiso mas grande. Sentí el dolor en mi brazo, pero mi rostro estaba inexpresivo. Pude ver la sangre roja viva que salia de esta. Padre solo tomo un pequeño vote negro y tomo algunas gotas de esta.

-Ya te puedes retirar.-Me dijo con mucha frialdad.

Me levante de mi asiento y  fui hacia la puerta pero antes tenia que preguntar.

-¿Y la marca tenebrosa?.-Dije seca.

-Aun no estas lista. O mas bien yo no estoy listo para verte con ella.-Dijo Padre con la mirada pegada al vote con mi sangre.

Su repuesta me sorprendió mucho, Pero no me tenia que emocionar, sabia que lo hacia para tenerme de su lado. Como si pudiera estar en el otro.

-Claro.-Salí de la oficina y me dirigí hacia la sala.

Señorita Malfoy - Ron Weasley.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora