Una noche de piel..

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Su habitación  sorprendentemente ordenada, no hay nada fuera de su lugar y puedo sentir el suave y agradable olor de su perfume por todo el lugar.

Justin: -Leah ¿quieres beber algo, mientras busco tu libreta?.-

-Te aceptaría un poco de agua.-

Inmediatamente abre la nevera  y saca de su interior un botella de agua, se acerca y me la entrega sin dejar de rozar mis manos. No se que es lo que me pasa pero me siento muy cautivada por él, y no me siento incomoda al estar aquí.

Entra a una pequeño cuarto para buscar la libreta y yo me acerco al ventanal que se encuentra cerrado, la vista nocturna del mar es aún más hermosa que la vista diurna. 

Un roce en mi brazo desnudo hace que salga de mis pensamientos y vuelva a la realidad. 

Justin: -Es hermosa la vista desde aqui ¿no?.-

-Sin ninguna duda.- 

Me entrega la libreta y se queda viéndome a los ojos por unos segundos.

Justin: - Supongo que ya te quieres ir.-
- Supones mal...-

Inmediatamente veo que me muestra una sonrisa coqueta y me me doy  cuenta que está noche no será en completa Soledad.

Justin da un paso más y queda a centímetros de mi cara, siento su respiración bajar por mi cuello, con un suave toque de sus dedos desliza mi cabello detrás de mis hombros para posar de manera lenta y sensual sus labios en mi cuello, trago saliva y su voz me trae de vuelta a la realidad.

Justin: - No haré nada, ni llegaré a ningún lugar que no quieras.-

- Creeme jamás hago cosas que no deseo hacer.-

Termino mi oración y pongo mis manos sobre su pecho, toma mi mentón entre sus sus dedos para llevarlo a la altura de su rostro para dejar caer sus suave y rosados labios sobre los míos, nuestros labios se mueven en el vaivén de  nuestras lenguas haciéndome sentir las ganas de arrancarle la ropa.

En un segundo me sube sobre él, sus manos están entre mis piernas y glúteos, me toma con una facilidad increíble, siento sus grandes manos tocarme y sin dejar de besarme y me acuesta sobre su cama.

Sus manos están tan tibias tanto así, que no me sobresalto cuando esté me quita la polera, me deja caer una lluvia de besos desde el cuello y bajando por el pecho hasta llegar a mi abdomen.

Se pone de rodillas en la cama para quitarse la ropa y me quedo tan embobada con su tonificado cuerpo que me muerdo el labio inferior sin siquiera notarlo.

Justin: - Veo que te gusta lo que ves.-

- No lo niego, aún que sobre la cama se vería aún mejor.-

¡Diablos! ¿Que me pasa ? Nunca había actuado de esta forma, pero este chico me vuelve loca.
En solo cosas de segundos nos encontramos desnudos bajo las sábanas blancas de su cama, siento un cosquilleo en el bajo vientre que me impulsa a jadear de placer con cada movimiento que recibo de su entre pierna entre mis caderas,
siento que voy a perderme entre sus caricias.

Sus labios acarician mis pechos y con sus manos lleva mis piernas a entrelazar las en su cuerpo, mi dedo baila sobre la comisura de sus labios pero sin darme cuenta, Justin me rodea por la cintura y me sienta a horcajadas sobre él.

Justin: - ¿ Qué es lo que tienes que me vuelves así de loco?-.

Trago saliva antes de poder responder a su pregunta.

- No sabria decirte, pero creo que ambos estamos extasiados el uno que con el otro.-

Sus grandes, anchas y firmes manos recorren mi espalda como si dibujara la silueta de mi cintura.

Siento toda su masculinidad dura y grande dentro de mi y en cada movimiento oscilante solo obtengo más placer, los movimientos se hacen cada ves más rápidos al igual que nuestra respiración, los gemidos ya se escuchan en cada rincón de la habitación haciendo evidente el momento culmine de un orgasmo compartidos.

Abro los ojos y me doy cuenta que me dormí sobre su pecho, él aún permanece dormido y no puedo evitar míralo con fascinación, se ve tan tranquilo y bellos durmiendo, tiene una dualidad innata en él, quien diría que este lindo y tierno chico dormido, sería tan sexy y dominador  al punto de hacerme perder la cabeza, nunca había tenido una aventura de una noche como está, pero algo me llevo a perder todas mis inhibiciones y terminar desnuda entre sus brazos.

Tomo mi teléfono para chequear la hora y justo recibo un mensaje de mi hermano, me levanto con toda cautela de la cama, me pongo mi ropa interior y me pongo la polera de Justin para poder salir a hablar por teléfono al balcón.

Tomo la llamada entrante de mi hermano, solo escucho en completo silencio, supongo que lo que me tiene que decir es algo complicado, corto la llamada y rápidamente me visto y tomo mis cosas, Justin tiene el sueño increíblemente pesados y ni siquiera se entera que me voy de la habitación.

Vuelvo a mi cuarto y mi teléfono vuelve a sonar, es mi hermano otra vez, está completamente alterado y me cuesta seguir el ritmo de sus palabras, cuándo al fin comprendo el asunto solo me queda empacar y tomar el primer avión a Corea, el viaje hasta aquí llega...

Entre música y silencio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora