Día 3: Estilo

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Desde hace horas estaban encerradas en la amplia y lujosa habitación de la princesa del infierno. Era una situación atípica, ambas no pasaban mucho tiempo en el palacio real porque el trato las llevaba a incomodar a ambas. Pero era una ocasión especial y Charlie era miembro de la realeza, debía asistir a compromisos y viajes como cualquier otra princesa en el mundo.

Vaggie observaba la manera en como su novia estaba ajustando los cierres de su vestido rojo. Al final, se giró y le dió la espalda y esa señal fue suficiente para levantarse y caminar hacia ella. Terminó de subir el cierre de su apretado vestido de gala y volvió a girar hacia la morena.

Bueno, allí estaba. Charlie trató de sonreír a pesar de lo estresada que se sentía y extendió sus brazos a sus lados, posando exageradamente ante ella y tratando de que ese vestido fuera tomado seriamente.

Te ves hermosa, cariño.

Su novia la tranquilizó de inmediato. En realidad cualquier tipo de vestido la hacía verse bien, amaba ver su cintura pequeña entre prendas tan ajustadas y su indudable elegancia. Vaggie le sonrió con sinceridad, porque la belleza de la princesa era indescriptible ante sus ojos. Realmente había nacido para ser parte de la realeza.

Charlie suspiró y dejó de sonreír, se relajó un poco más y luego se acercó al enorme espejo de su habitación para poder mirarse y ser auto crítica. Ella amaba los vestidos y las fiestas. Pero los protocolos y el fingir amabilidad con hombres crueles y almas despiadadas la hacían sentir una hipócrita.

Ese era el infierno en el que debía vivir. Y era una princesa, en algún momento asumiría la corona y debería lidiar con demonios espantosos día a día, fingiendo buenos términos y gentileza solo para que su familia quedara bien frente a todos.

Gracias. Aunque debo verme formal y aburrida y no sé si es lo que busco.

Se giró un poco y levantó el largo del vestido. Era bastante antiguo pero la junta de esa noche estaría enfocada en muchos invitados que tenían más de cinco siglos de antigüedad. Ese estilo le vendría bien, pasaría bastante desapercibida.

Creo que combina muy bien con lo que yo llevaré.

Vaggie sonrió de buen humor porque quería animarla y hacer que brillara solo como ella podía hacer. La sostuvo de los hombros por detrás, pero Charlie no dudó en voltearse y emocionarse a los pocos segundos. Sus ojos brillaron intensamente y le sonrió muy impaciente y ansiosa. Su novia no le había mostrado su conjunto, ni siquiera sabía que era lo que llevaría esa noche.

¡Quiero verlo!

Luego de unos minutos, la princesa permaneció sentada en su cama con su vestido rojo puesto y se quedó inmóvil, tapando sus ojos con sus manos. Vaggie quería sorprenderla de verdad. Y cuando la morena le indicó que podía destapar su rostro, ella lo hizo sin dudarlo.

Se quedó sin palabras.

Vaggie...

Se puso de pie y no pudo emitir ninguna palabra más por segundos enteros.

Su cuerpo era pequeño y delgado pero tan precioso y femenino. Su vestido negro y ajustado al cuerpo era provocativo, sensual. Y su cabello largo y gris combinaba a la perfección con el color de las piedras que lo decoraban y brillaban junto a ella. Era increíblemente bella, amaba cada parte de su cuerpo y de esa esencia tan fresca y delicada que desprendía. Vaggie le sonrió con confianza, se acercó a ella poco a poco con sus tacones altos de plata.

¿Qué opinas, linda?

La rubia se le tiró encima. La abrazó fuerte y no pudo borrar la gran sonrisa que adoraba su rostro. Se aferró a su pequeña cintura y mantuvo su rostro muy cerca del de ella, comenzando a regalarle un gesto cómplice y dulce.

Eres la chica más hermosa que he conocido.

La morena entrecerró su gran ojo y deslizó su mano por su cuello, la contraria se aferró a su cadera y la apegó a su pecho sin dudarlo. Ambas se miraron sin dejar de sonreírse con un aura juguetona y perversa, se conocían más que nadie.

Amo cuando lo dices de esa forma.




# Chaggie WeekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora