Tu y tu esposo estaban reunidos en la sala, vuestra hija estaba sentada delante de ustedes y estaba muy nerviosa ella les quería decir algo a ustedes dos pero parecía que no se atrevía.
—. ¿Y bien? —pregunto NamJoon, estaba un poco tenso por ver a vuestra hija así de preocupada.
—. Yo, este… estoy embarazada. —solto, sentiste tu corazón agitarse y NamJoon se puso de pie, lo tomaste por el brazo para sentarlo de regreso.
—. Esto es una maldita broma, ¿No es así? —solto NamJoon notablemente enojado.
—. No. —vuestra hija hablo, ella estaba llorando y tu no sabías que hacer o decir.
—. Mierda. —NamJoon estaba muy enojado. —. ¿Dónde está está el imbécil? ¿Porque no a venido a hablar?
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—. El… el no quiere hacerse cargo, ya hablé con él y no quiere. —viste a vuestra hija llorar, NamJoon se puso de pie y agarró las llaves del coche.
—. ¿Que haces? —le preguntaste pero no te respondió.
—. Súbete al auto. —le ordenó a su hija quien no se atrevía a moverse, NamJoon estaba muy enojado. —. ¡Súbete al auto maldición! —grito, vuestra hija salió preocupada hacia el auto, tu no tardaste mucho para ir detrás de ellos y subirte al auto. —. ¿Dónde vive? —escuchaste como le pregunto, ella le dio la dirección y le explicó que vivía solo, NamJoon de verdad estaba cabreado.
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Tú sabías que ese chico era malo para vuestra hija sin embargo ella no te había escuchado, te había hablado de que el era así pero no sabías que tu hija terminaría embarazada.
NamJoon estaciono el coche en la casa del chico, los tres se bajaron, tu estabas preocupada por lo que pudiese pasar. NamJoon tocó la puerta fuertemente y el chico no tardó en abrir la puerta, cuando los vio iba a cerrar la puerta pero no alcanzo.
NamJoon lo agarro por la camisa y lo golpeó en una pared, te preocupaste enseguida, veías a tu hija gritar diciéndole que lo soltara.
—. NamJoon basta. —le hablaste.
—. Mira imbécil, la embarazaste y no me importa una mierda lo que tú digas. —el chico estaba asustado, NamJoon lo tenía colgando de la camisa entre una pared y su gran brazo. —¡Te harás responsable! Eres muy bueno para coger pero no para responder, así que, te haces responsable o te demandó, ¿Escuchaste?
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El chico asintió varias veces asustado. —¡¿Escuchaste?! —viste como lo volvió a estampar en la pared.
