Nos vies

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Miraculous, les aventures de Ladybug et Chat Noir y sus personajes son propiedad de Thomas Astruc y Zag Entertainment.

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A veces internet la desesperaba. Leer lo que decían sobre ella no siempre era agradable, pero en algunas ocasiones se topaba con algo bueno.

Normalmente no le daba mucho crédito a los blogs sobre supervillanos, sin embargo, leer sobre ellos, le daba algunas ideas interesantes. Había asumido que no tenía energía suficiente para mantener un akuma bajo control, al menos no hasta que se recuperase un poco más y, justo entonces, se había encontrado con aquel blog que describía con pelos y señales a todos los akumatizados de Hawk Moth. Hablaba de sus poderes, de sus características, sus puntos fuertes, los puntos débiles, el tiempo que habían tardado en ser derrotados, cómo lo habían sido...

Y dio con su solución mágica.

No sabía con certeza quién se escondía tras el nombre de Timetagger, pero tenía una ligera idea. Provocaría su desespero, le akumatizaría y, si lo que creía era cierto, recuperaría su fuerza para lanzar un último ataque con el que castigar a Félix por su osadía y, a la vez, destruir a Ladybug de una vez por todas.

Marcó uno de los contactos de su agenda y esperó tamborileando con las uñas sobre el escritorio, la voz rasposa al otro lado le hizo arrugar la nariz, aquel imbécil le resultaba desagradable, pero siempre estaba dispuesto a sembrar el caos.

—Hola, tengo información sobre un chico que quiere dedicarse a la música —musitó con voz melosa—. Se llama Chris, dice que es mejor que XY.

Escuchó a su interlocutor maldecir y protestar.

—Lo sé —contestó con falsa aflicción—. He intentado hablar con él y que entre en razón, no hay nadie mejor que XY.

»A pesar de su descaro creo que lo hace bastante bien. ¿Podría escucharle y darle algún consejo? Le estaría muy agradecida si lo hiciera.

Sonrió cuando al otro lado le pidieron los datos de contacto de Chris, le dio las gracias y colgó. Contaba con que Bob Roth pisotease sus sueños de dedicarse a la música y le proporcionase al villano que necesitaba.

—No es nada personal, Chris —musitó estirándose en el sofá dispuesta a esperar el caos que iba a desatarse de manera inminente.

Nooroo la observó desde lo alto del mueble de la tele preguntándose en qué consistía su plan, esta vez no lo había compartido con él. Se la veía tan segura que temió que, finalmente, acabase dando el paso en falso que supusiera su fin.

º º º

Gabriel desarrolló sus quehaceres con normalidad. Las cajas de los prodigios seguían sin cambios. Su rutina continuaba inalterable.

La única diferencia que había en su vida era el nacimiento de una nueva esperanza en su corazón. La recompensa de Fong le había hecho sentir que, al fin, estaba enmendando sus errores y que podría recuperar su vida, en algún momento. Establecer una vida con Nathalie y la oportunidad de reconciliarse con Adrien.

Nathalie llenaba sus horas, su recuerdo, el calor de su piel. Por ella se había decidido a dar un paso al frente.

El recuerdo de los besos y las tímidas y cándidas caricias de Nathalie le había infundido el valor necesario para pensar en su vida como Hawk Moth en profundidad. Había notado que los primeros recuerdos eran claros, pero según avanzaba en el tiempo más confusos e imprecisos se volvían. Nooroo le había advertido que su prodigio podía filtrar en él energía positiva o negativa en función al modo en el que usase su poder. Lo había usado para el mal y el prodigio había ido robándole la humanidad cada vez que un akuma corrompía el corazón de una persona.